Reconquista y Defensa

Entre Argentinos
Diálogo Directo

 

 

 

 

 

 

 

 

PIQUETEROS

¿cuestión social auténtica

o

revolución anarco-socialista global?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Presentación

DIÁLOGO DIRECTO comienza un servicio de información, debate y consulta sobre temas de trascendencia nacional e internacional.

¿Por qué el nombre Diálogo Directo?

La Argentina se presenta padeciendo una profunda y prolongada crisis que nos sume en un estado de perplejidad, ansiedad y desconcierto.

Perplejidad, ansiedad y desconcierto incrementados por el extraordinario volumen de información con que los modernos medios de comunicación nos abruman cotidianamente, difícil de analizar con entera objetividad.

Proponemos sumar esfuerzos para clarificar el significado de esta crisis y adentrarnos en la dilucidación de sus posibles desenlaces. Asi podremos ofrecer, a nuestros lectores, un conocimiento abarcativo, profundo y objetivo de la realidad. Conocimiento sin el cual no estaremos habilitados para la búsqueda de soluciones que vayan a extirpar de raíz nuestros males.

¿Cómo transmitir estas ideas sino a través de un diálogo directo con el hombre común que ansía descubrir una clave de análisis que le permita ver y juzgar la situación y, en consecuencia, desarrollar un programa de acción, dentro del orden y la ley?

¿Pero cómo llegar a incontables compatriotas, dispersos en nuestro inmenso territorio, sin disponer de los grandes medios de la prensa gráfica, televisiva y radial?

Es precisamente el motivo por el cual Reconquista y Defensa de los ideales que nunca mueren, hace público hoy Diálogo Directo y habilita al lector una dirección postal y una electrónica, donde puede hacernos llegar sus opiniones y comentarios.

Comenzamos con un tema que, en estos días, atrae la atención pública, pero cuya comprensión se ve dificultada, muchas veces, por la parcialidad de la información y la pobreza y tendenciosidad de ciertos análisis: el de la particular característica que ha adoptado la denominada "protesta social" con el uso del "piquete" como metodología.

No pretendemos hacer un estudio histórico ni un análisis exhaustivo del movimiento "piquetero", sino destacar algunos aspectos que contribuyan a esclarecer la actual realidad sociopolítica.

Esto nos permitirá introducirnos en causas y factores que, creemos, se refieren a un marco nacional e internacional de singular importancia y vigencia, y que nos situará en el corazón mismo del gran debate ideológico de nuestro tiempo.

 

 

I
Introducción

Pese a que en los últimos meses se ha pretendido, tanto desde las esferas del Gobierno Nacional como desde ciertos medios periodísticos, crear un clima de optimismo, es innegable que la actual situación político-social está embebida de una acentuada carga emocional, análoga a la de un individuo que, como dice una expresión popular, tuviera "los nervios a flor de piel".

La población vive en un estado de permanente tensión: sucesivos y desencontrados proyectos políticos; denuncias altisonantes seguidas de un desconcertante vacío informativo; ausencia de garantías para derechos elementales, como el de la propiedad privada o el de la libre circulación; proyecciones económicas sin fundamentos sólidos o duraderos; ausencia de planes a largo plazo; cambios en la legislación no previstos en las plataformas de los partidos; aumento vertiginoso de la criminalidad, con su secuela de secuestros, homicidios y robos; son algunas de las causas del estado de confusión y malestar.

En ese clima, el debate serio y honesto de las controversias políticas, económicas y sociales se ve perjudicado por opiniones más bien temperamentales, muchas veces precipitadas o carentes de reflexión, cuando no de una vehemencia tan vacua cuanto extremada. Hay una sensación generalizada de que los problemas reales que la Argentina vive no son analizados con la profundidad, la objetividad, la serenidad y la racionalidad indispensables.1

Mientras tanto, los piqueteros –un factor que no dudamos en calificar de explosivo– atraen sobre sí cada vez más la atención de todos.

De acuerdo a sondeos de opinión2, el público manifiesta un creciente desagrado con relación a la actuación de los piqueteros.

Por otro lado se observa un creciente malestar porque las autoridades no garantizan el orden público y la libre circulación, conforme a la Constitución y las leyes, como por el hecho de que el financiamiento de tal movimiento provenga, en gran medida, de los mismos "planes sociales" concedidos "generosamente" por el Gobierno, con fondos originados en los impuestos pagados por todos los argentinos.

Slogans, demágogicamente manipulados, son erigidos como razones y justificación para que las autoridades asistan pasivamente a los mayores desmanes y excesos ocurridos durante las manifestaciones piqueteras: "exclusión social", "no se debe criminalizar la protesta", "no se debe usar la violencia contra los pobres" y tantos otros.

Insistentemente se pretende circunscribir el problema a un dilema simplista y sin salida: represión brutal con baño de sangre o convivencia habitual con el desorden, la trasgresión a la ley, el delito, con grave y evidente lesión de los legítimos derechos del ciudadano pacífico, honesto y trabajador.

Resulta evidente que tal dilema es falso y pernicioso porque mina peligrosamente en su raíz el Estado de Derecho, al paralizar toda reacción legal y permite que el movimiento piquetero se adueñe de calles, rutas y edificios públicos y privados, destruyendo el principio de autoridad y extendiendo peligrosamente la anarquía.

Un país en serio no puede ser acorralado indefinidamente con la falsa opción: represión brutal o aceptación del caos.

De lo que se trata es de hacer cumplir la ley. Que el Estado asuma su irrenunciable deber de mantener el orden público y asegurar la defensa de los derechos fundamentales de todos los argentinos, sin exclusión de nadie, y restaure la paz indispensable para la convivencia social. Así lo afirma el Ministro de Seguridad y Trabajo de la Provincia de Neuquén, Luis Manganar. Al declarar que no elegirá entre el diálogo o las confrontaciones para resolver los problemas sociales, aseguró: "Voy a optar por la ley", pues "los derechos humanos se defienden con la Constitución y las leyes". ("Urgente 24", 17-12-03)

Sin esto ningún proyecto político, social o económico será capaz de encauzar a la Nación por los caminos de grandeza espiritual y material a que la Divina Providencia la destinó.

* * *

La abundante documentación existente demuestra que, los anhelos del movimiento piquetero, no se reducen a la conquista de un mayor número de "planes sociales" o a alcanzar ventajas económicas de variados órdenes, ni menos aún a la obtención de genuinos puestos de trabajo para los desocupados.

En realidad, este movimiento forma parte de una maniobra publicitaria de gran envergadura –con innegables ramificaciones internacionales– que prepara a los espíritus para dar crédito al desgastado discurso marxista: en el actual régimen socio-económico, fundado en la propiedad privada y la libre iniciativa, sólo los ricos y los poderosos se benefician, y la pobreza y el hambre se expanden sin remedio y de modo alarmante.

Tal afirmación, de suyo, llevaría a aceptar, a desear y aún a imponer la transformación radical de una situación que los piqueteros presentan como odiosamente injusta, instrumentalizando al mismo Estado y recurriendo a la violencia si necesario fuera.

Asistimos así, a la introducción subrepticia en la convivencia social del perverso dinamismo de la vieja lucha de clases.

Es lo que deja claro uno de los líderes emblemáticos del movimiento: "Los piqueteros son el emergente de un problema irresuelto: el de la desigual distribución de la riqueza. Pitrola, que es trotskista, teoriza desde el Polo Obrero que la contradicción se resuelve en el clásico terreno de la lucha de clases, que lleva a la dictadura del proletariado" ("El País de la furia", Daniel Capalbo, "Noticias", 6-12-03).

Tal objetivo, en breve, podrán intentar alcanzarlo a través de una movilización general en todo el país, con el corte de las vías de acceso a las principales ciudades y de las más importantes rutas, paralizando toda reacción por medio del factor sorpresa.

Hipótesis que, lamentablemente, ya no resulta descabellada dada la extensión del fenómeno piquetero, así como por la sistemática omisión y falta de previsión de las autoridades.

Exhortamos a todos los que no se resignan a ver a nuestra Patria arrastrarse cada vez más exangüe, en este umbral del siglo XXI, a un análisis del origen, la doctrina, los medios de acción y las ramificaciones internacionales del movimiento piquetero.

Una exhortación a ver, juzgar y actuar para contribuir a esclarecer los espíritus, fortificar los ánimos y movilizar las voluntades, a fin de que la Argentina no zozobre en la actual confusión, sino que al contrario, rectifique sus rumbos para alcanzar el progreso y la prosperidad para todos, con una paz sólida y durable establecida en nuestra luminosa tradición cristiana. En suma, la paz de Cristo en el Reino de Cristo.

II
Toda la verdad sobre
el movimiento piquetero

 

1. Buenos Aires sitiada y un país asolado
por 5823 cortes de rutas y calles

Aunque se encuentran antecedentes del accionar "piquetero" ya a inicios de la década del 90, el movimiento irrumpe y se instala en el panorama nacional a mediados de 1997.

Primero fue una noticia más en los medios de información.

General Mosconi o Tartagal aparecían como zonas lejanas donde conflictos laborales ocupaban la atención pública por la violencia y los métodos usados en la protesta.

Densas columnas de humo de cubiertas quemadas, cortes de rutas, enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. La Gendarmería acudiendo en auxilio de las policías locales desbordadas...

Después, con la violencia ascendente, los primeros muertos.

Poco a poco el conflicto se fue acercando a regiones más pobladas y ya forma parte del paisaje cotidiano de nuestras ciudades.

Hoy, Buenos Aires está virtualmente sitiada y acceder o salir de ella, o transitar por sus zonas vitales, se ha transformado en un martirio casi cotidiano para centenares de miles de personas.

Manifestaciones, cortes de calles y aceras, promovidas por los más variados grupos piqueteros en horas estratégicas, con un alto grado de organización y capacidad de intimidación, en abierta violación de preceptos de la Constitución Nacional y normas del Código Penal, impiden o dificultan gravemente la libre circulación, incluso cuando situaciones de grave necesidad así lo exigen.

Se ha llegado al extremo de impedir el paso de un vehículo que transportaba un enfermo grave. Como consecuencia falleció una pobre mujer que no alcanzó a ser atendida en el hospital. Sucedió también que un señor, atrapado en uno de los frecuentes embotellamientos de tránsito, no pudo acompañar los restos de su padre al cementerio.

Dígase entre paréntesis, ninguna de estas situaciones inicuas que por sí ocasionan tanta tristeza y dolor, han despertado jamás la menor compasión por parte de organismos defensores de los derechos humanos, ni conmovido a las autoridades públicas, que se niegan a restablecer el orden por consideración a los "hermanos" piqueteros.

Para comprender la dimensión del problema basta tener en cuenta que, desde 1997 al 2 de diciembre de 2003, ocurrieron nada menos que 5823 cortes de la vía pública y que el 2003 cerrará con una cantidad cercana a los 1383 en todo el país. ("La Nación", 2-12-03)

Las organizaciones piqueteras actúan coordinadamente. Para ello promueven congresos nacionales como los realizados en el Santuario del Sagrado Corazón de Jesús de la Matanza. En el primero de ellos, con la presencia de 1500 delegados, disertaron, entre otros, Jorge Altamira (Partido Obrero), Vilma Ripoll (Izquierda Unida) y Patricio Echegaray (Partido Comunista). Fue allí que, por primera vez, se coordinaron los cortes de rutas y se estableció una fecha para interrumpir el tránsito a nivel nacional. ("La Nación", 8 y 25-7-01; 4 y 5-9-01).

¿Cómo se pudo llegar a esta situación, al punto que Raúl Castells, el líder del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) se atreve a amenazar públicamente con ocupar la misma Casa Rosada y alentar en una marcha a "llegar a las casas de Gobierno" de América Latina.? ("La Nación", 30-11-03) 3

 

2. ¿Un movimiento de desocupados?

Hay quienes pretenden ver en el fenómeno el resultado de la situación socioeconómica caracterizada por altísimas tasas de desempleo y una impresionante masa de población por debajo de los indicadores de pobreza.

Para otros, no es nada más que el accionar de grupos originados en el "clientelismo" político, que responderían a diferentes caudillos locales, movilizados por objetivos tácticos de corto plazo y ligados estrechamente a la distribución, poco transparente, de beneficios a la desocupación, como los planes para "Jefes y jefas de hogar".

Muchos opinan (entre ellos analistas políticos de diversa extracción) que es un fenómeno original, propio de nuestra idiosincrasia y circunscripto a nuestra realidad político social.

Otros dicen que tiene orígenes y relaciones fuera del país y alcance internacional.

Sea como fuere, la crisis económica sirve de caldo de cultivo al movimiento piquetero, dicen que "legitima" su existencia como "organización social" y da excusa al Gobierno para favorecer su financiamiento a través de la distribución de diversos planes de asistencia.

¿Cuáles son los verdaderos objetivos que persigue?

El movimiento piquetero está muy lejos de agotarse en las protestas pidiendo empleos, subsidios, alimentos o viviendas. Si realmente fuera así, debería haberse concentrado en un solo tema: obtener trabajo digno y justamente remunerado. Por el contrario, los reclamos se dispersan en los más variados asuntos.

Primero fue la desocupación, la entrega de más subsidios o planes "Jefes y jefas de hogar", de viviendas, de tierras, de alimentos...

Después vinieron las protestas contra el "modelo neo-liberal", el FMI, la deuda externa o, más recientemente, la liberación o la amnistía a los piqueteros incriminados por acciones delictivas y hasta la exigencia del "aguinaldo" piquetero, la "represión policial", etc.4

Casi simultáneamente, e identificándose con la izquierda a nivel internacional, las protestas adoptaron los viejos slogans comunistas: "Por la Paz" y el "anti-imperialismo" o los más actuales temas de "lucha contra el ALCA", la "Guerra en Irak", la "agresión de Israel a Palestina", la "Globalización", etc.

Más específicamente, en nuestro país, los piqueteros también se identificaron con las luchas contra el "genocidio" aborigen que habría ejecutado España en la Evangelización de América y el Ejército Argentino en la Conquista del Desierto; el anti-militarismo, focalizado en la la guerra anti-subversiva, "los desaparecidos" y el "robo de bebés" y la "Guerra de Malvinas".

¿Estamos frente a un movimiento compuesto por desocupados en la búsqueda de pan, techo y trabajo?

¿O debemos más bien pensar que la desocupación y la pobreza están sirviendo de pretexto para la movilización de fuerzas revolucionarias y partidos de izquierda que, fracasados en las urnas, buscan instalar el caos, la lucha de clases permanente, alimentar el odio contra la propiedad privada y contra toda forma de autoridad?

La abundante documentación disponible –en gran parte publicada en sites de la red de Internet5– permite concluir que, en realidad, estamos frente un movimiento de carácter revolucionario, con una capacidad de organización cuasi militar, hábil en el empleo de tácticas psicológicas, mediáticas y de movilización sofisticadas, articulado a nivel nacional e internacional con corrientes de reconocida filiación marxista, cuyo objetivo no es otro que modificar radicalmente la estructura socioeconómica de nuestro país para suplantarla por un modelo neo-socialista, no muy distante del preconizado por Fidel Castro en Cuba, Hugo Chávez en Venezuela, el Movimiento Sin Tierra (MST) en Brasil o las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Así lo demostró sin tapujos el representante de la CTA, Luis D´Elía, presente en La Habana durante las conmemoraciones del 1º de Mayo de 2002, al saludar
a Fidel Castro como "nuestro comandante" y exaltar al régimen cubano
como el resumen de las esperanzas más altas del movimiento piquetero (www.cta.org.ar/xtras/1demayod.html)

Dígase entre paréntesis, un movimiento revolucionario que se volcó a la acción directa en las calles debido a su notoria incapacidad de alcanzar una representación política por medio del voto popular: en las elecciones de 2003 apenas reunió el 0,61 por ciento de votos en la provincia de Buenos Aires y el 0,25 por ciento en todo el país ("Argentina con Lupa" Actualización semanal, cuarta semana, Noviembre 2003).

 

3. Un movimiento cuasi militarizado

La idea de que estamos frente a un movimiento de esas características se ve reforzada si se consideran otros aspectos que sugieren la idea de una organización cuasi militarizada, tanto por las estrategias de movilización, como por las armas utilizadas y la envergadura de las acciones que están desarrollando.

 

A. Un alto grado de organización

Basta acompañar con atención las manifestaciones y marchas piqueteras para concluir que en las mismas nada es librado al azar y todo está previsto por un eficiente "estado mayor".

No faltan en ellas quienes son hábiles en el manejo de armas blancas y de fuego de distintos calibres.

Sus movimientos obedecen a estrategias y técnicas que parecen aprendidas y entrenadas en escuelas destinadas a ese fin.

Por ejemplo, en los sucesos del Puente Pueyrredón del 26 de junio de 2002, pudo observarse con toda claridad que la organización interna de los grupos piqueteros estaba conformada en compañías y secciones, con exacta división del trabajo, cadena de mandos y adjudicación de funciones.

Fueron ejecutados clásicos "movimientos de pinzas" sobre las fuerzas de seguridad: a) Por un lado, avanzaba la llamada "rompiente", que utilizaba largos bastones de madera en forma perpendicular al cuerpo, cuya función es desarticular y desorganizar al oponente; b) Atrás, venían los "grupos de choque" propiamente dichos, que avanzaban con los bastones en alto para golpear al adversario.

La amplitud de estas manifestaciones, estratégica y sistemáticamente llevadas a cabo en puntos neurálgicos de nuestro territorio, también habla a favor del alto grado de organización del movimiento piquetero.

En el año 2003 , hasta el 2 de Diciembre, se han realizado 1147 cortes (un promedio de 104 por mes), según consigna el estudio dirigido por Eduardo Ovalles6. De mantenerse este ritmo, el 2003 cerrará con una cantidad de cortes cercana a los 1383 registrados en 2001.

De 1997 a esa fecha, la provincia de Buenos Aires va a la cabeza de los cortes de ruta, acumulando el 28 % de los 5823 en todo el país. Le sigue la Capital Federal con el 15%.

Sin embargo, al tomar en cuenta sólo el año 2003, se nota un incremento proporcional de los cortes en la ciudad de Buenos Aires. En 11 meses hubo en la Capital Federal 282 cortes de calles, lo que representa casi un 25 por ciento del total de cortes en el país, cuando el distrito concentra apenas un 8 por ciento de la población argentina.

No obstante, la mayor proporción de cortes, de acuerdo con la población provincial, se registró en la provincia de Jujuy, uno de los bastiones de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) que cuenta con un quinto de la población de la Capital, pero sufrió casi la misma cantidad.

Los otros dos distritos que han mantenido una alta proporción de cortes por población, en el período 1997-2003, han sido Salta y Neuquén, provincias que en el mes pasado han saltado a la primera plana de los diarios por hechos de suma violencia registrados durante protestas piqueteras.

 

B. Comisión de graves delitos

En la escalada de violencia se llega a la comisión de graves delitos: destrucción e incendio de oficinas, comercios, vehículos particulares y de transporte, señalización pública, cajeros automáticos, cabinas telefónicas, quioscos, saqueos, cobro de peaje en puentes y rutas, robo de pertenencias a ciudadanos que se ven atrapados en las manifestaciones o cortes, tomas de estaciones de tren, subterráneos, etc.

Los piqueteros que acamparon en la Plaza de Mayo en julio de 20037 escribieron uno de los más salvajes capítulos de su lastimosa carrera. Cuanto destrozo pudieron consumar lo hicieron: robaron placas recordativas; incendiaron bancos; desgajaron árboles; sustrajeron el maderamen de un andamiaje del antiguo templo de San Ignacio; no dejaron acto incalificable por hacer en el frente de la Catedral metropolitana; intimidaron a los transeúntes; interrumpieron los servicios públicos de transporte; paralizaron una amplia zona céntrica con incendios. Fueron los violentos dueños de la ciudad, como viene ocurriendo desde que gozan del amparo oficial que implica una orden a la policía de no tomar medida alguna, así se produzca el más grave y evidente delito.

La Plaza de Mayo fue destrozada. Y esto no se arregla con la limpieza que se hizo al día siguiente de la ocupación. Quedarán por mucho tiempo en nuestras retinas las imágenes de la destrucción de este símbolo de la Argentina y la agresividad de las pintadas en la Catedral Metropolitana (hecho que repetirán impunemente poco después grupos de homosexuales y lesbianas)8.

Nada es respetado: ambulancias que no pueden cumplir con sus urgentes cometidos, imposibilidad de acceder a los lugares de trabajo. Se pone en riesgo la vida del ciudadano común. Se llega hasta la privación ilegítima de la libertad a un Ministro del Gobierno Nacional y a varios de sus funcionarios durante muchas horas.

En noviembre pasado se produjeron, en forma prácticamente simultánea, hechos de extrema violencia en Salta y en Neuquén.9

En Salta las sedes de dos petroleras fueron saqueadas y quemadas en protesta por la detención de un grupo de piqueteros que cortaba la ruta 54.

Al conocerse en Gral. Mosconi el proceder policial, los manifestantes salieron a la ruta reclamando la libertad de los detenidos. Primero fueron hacia las oficinas de Refinor, cerca de los tanques de combustible en el acceso sur de la localidad, donde robaron muebles, computadoras y otros elementos. Luego cruzaron enfrente, donde se encuentra Tecpetrol, un edificio de mil metros cuadrados en el que entraron destruyendo vidrios y muebles y donde prendieron fuego a algunos sectores.

Las llamas comenzaron a extenderse, mientras los piqueteros impedían el trabajo de los bomberos, por lo que las pérdidas fueron totales, según indicaron fuentes de la empresa al diario "La Nación"10. Posteriormente se instalaron en la ruta y más tarde comenzaron a saquear las dependencias de la compañía.

El periodista Héctor Torres, de FM Mosconi, dijo que hubo una zona liberada y comentó que numerosos vecinos de la localidad llamaron a la radio señalando la indefensión que se vivió en el pueblo. Según los testimonios, mientras sucedieron los desmanes, no hubo intervención policial ("La Nación", 21-11-03)11.

En la provincia de Neuquén, el 25 de noviembre, se organizaron manifestaciones para rechazar la instrumentación de una tarjeta bancaria para el cobro de los planes sociales.

Es notable que una medida, destinada a agilizar la asistencia y facilitar a los desocupados el cobro de sus beneficios, haya sido resistida con tanta violencia. La verdad oculta es que la protesta realmente tuvo como objetivo impedir la transparencia en el manejo de los fondos y la llegada de los mismos, a sus destinatarios, sin quitas de ninguna especie.

Los piqueteros desatan la violencia y el caos. Diez locales sufrieron saqueos. Distintos actos de pillaje y de vandalismo fueron protagonizados por adolescentes, y también por niños que oscilaban entre los 10 y los 12 años.

Estos grupos quisieron, sin éxito, ingresar en el supermercado Topsy; sin control, arrasaron una panadería, una carniceía y un modesto quiosco. Su propietario, que allí había invertido su único capital, tenía problemas cardíacos. Cuando vio esa escena sufrió una descompensación y tuvo que ser trasladado al hospital.11

El perjuicio por los incendios y saqueos de las empresas salteñas fueron estimados cercanos al millón de dólares en el caso de Tecpetrol12: Como consecuencia, se habla de la suspensión de inversiones por 20 y 60 millones de dólares... ¿Es esta la manera de fomentar las fuentes de trabajo y disminuir la desocupación?

Situaciones parecidas se viven en Santa Fe con un importante Mercado Concentrador.13

 

C. El armamento

 

Cuando las necesitan, no le faltan armas o "cuasi armas".

Con el pretexto de mantener el "orden" y evitar desmanes (sic), los participantes de las marchas son encuadrados por personas robustas que ostentan largos bastones de hierro o de madera con los cuales ejercen una evidente intimidación a los ciudadanos pacíficos y, llegado el caso, los utilizan para atacar y golpear.

A esos bastones –largas cachiporras o barretas de caño revestidas de cinta aisladora– se suman mangueras rellenas de arena; hondas o gomeras; "bombas Molotov" llevadas en mochilas junto con suficiente provisión de piedras para arrojar contra comercios y defensores del orden; tuercas y bulones para las "gomeras" con idénticos fines; bastones de fuego (escopetas de rudimentaria fabricación ilegal, capaces de disparar munición de grueso calibre) y en algunos casos hasta pistolas y fusiles.14

En General Moscóni, por ejemplo, conforme testimonio incorporados a una causa penal, unos treinta piqueteros encapuchados forzaron bajo amenazas de muerte la entrada a una casa y se subieron a la terraza para "hacer buen blanco" sobre los gendarmes. "Los piqueteros festejaban a los gritos cuando caía un gendarme", declaró uno de los testigos.

Entre los buscados por la Justicia figuraba un piquetero ya procesado por extorsión y lesiones graves al haber herido de bala a Raúl Blanco el 14 de junio de 2000 en otro corte de ruta en Tartagal. ("Testimonios del terror en Mosconi", "La Nación", 9-7-01)

Igual a las organizaciones terroristas y subversivas del mundo entero, los activistas piqueteros salen a las calles habitualmente encapuchados y han desarrollado una verdadera gimnasia de enfrentamiento con las fuerzas del orden (Policías, Gendarmería y Prefectura)15.

A manera de otras "divisiones", en los últimos tres años sumaron grupos de desplazamiento rápido con los denominados "motoqueros", entrenados incluso para cargar contra las fuerzas policiales. En algunos casos han recurrido a la utilización de bicicletas, camionetas utilitarias, colectivos, etc.

 

 

 

4. Una orquestación publicitaria esconde
el fracaso en las urnas

Sorprende, a primera vista, la desproporción entre la importancia mediática y política y el real peso numérico del movimiento piquetero.

Unos pocos vienen adueñándose del espacio de los medios de comunicación en forma progresiva.

Unos pocos han adquirido una fuerza de negociación con las autoridades nacionales que no se justifica ni por su número ni por la irrelevante votación obtenida en las elecciones.

Pese a ello hasta los comentadores políticos le dan cada vez más protagonismo en sus análisis de la realidad nacional.16

Un primer factor de esta distorsión lo encontramos en la capacidad de movilización, perdida por las organizaciones políticas y sindicales y, en pequeña medida pero con gran frecuencia, tomada por los piqueteros.

Otras causas más profundas de la distorsión debemos buscarlas en factores ideológicos y estratégicos mucho menos visibles, pero no por ello menos importantes.

El permisivismo de las autoridades nacionales y locales encargadas de mantener el orden y, en algunos casos, el decisivo apoyo económico y político que reciben de organismos oficiales, son factores coadyuvantes a la desorbitada importancia política de estos grupos.

La amplificación desde el Exterior es una concausa que no debe desconocerse.17

Otro factor es el uso sistemático de la mentira como arma de acción política, al mejor estilo de los métodos totalitarios utilizados por el nacional socialismo en la Alemania nazi o el comunismo en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.18

Estas causas se potencian entre sí y explican la impresión del hombre común que, viendo a diario sus derechos conculcados, no acierta a encontrar una explicación de por qué grupos tan reducidos se han constituido en una amenaza cierta a su libertad y seguridad.

Solo le queda el "humor" de desagrado y la perplejidad o la posibilidad de expresar una queja a través de una "Carta de Lectores", como las que aparecen en nuestros periódicos cada vez con más frecuencia.

Pese al poder mediático-político descripto, a la capacidad de movilización demostrada y a la variedad de temas enarbolados como banderas, el movimiento piquetero no ha conseguido atraer la simpatía de las mayorías.

Al contrario, casi se diría que por instinto, los argentinos rechazan el desorden, la prepotencia, el uso de la fuerza, la inacción de las autoridades y no dejan de preguntarse cuál será el día de mañana de todo este desorden que parece instalado, de modo definitivo, en el panorama nacional.

La respuesta la dan a diario los mismos piqueteros: o el Gobierno atiende todos sus reclamos –los que por cierto no conocen límite ni medida– o la sociedad queda expuesta a la arbitrariedad y, por qué no, a una inusitada explosión de violencia y caos.

5. Una inmensa red internacional

En las décadas del 60 y del 70, mientras muchos países yacían bajo el yugo comunista, una parte importante de la izquierda internacional asumió la lucha armada de guerrillas como medio de derribar el orden vigente e imponer su programa socialista.

Este fenómeno tuvo en América Latina, y particularmente en la Argentina, una envergadura que todos conocen y cuyas consecuencias aún marcan nuestra realidad nacional.

Ante el derrumbe del socialismo de Estado soviético y el malogro de la acción violenta de la guerrilla, la izquierda internacional cambió de estrategia y se metamorfoseó.

Pero este apresurado blanqueo de la fachada del comunismo no garantiza que estén efectivamente cambiando de doctrina. (Plinio Corrêa de Oliveira, "Revolución y Contra-Revolución", pág. 205)

Por el contario, para sus líderes, ambos fracasos no han invalidado otros tipos de socialismo radical: la llamada "democracia directa", autogestión de los trabajadores, vida comunal e incluso las rehabilitadas teorías anarquistas.

Manipulando descontentos contra injusticias reales o imaginarias del denominado -y jamás definido con exactitud- modelo "neoliberal", este socialismo metamorfoseado, dinamizado por los nuevos "movimientos sociales", se lanzó a una guerra planetaria,
cuyos ideales, metas y métodos se han definido en los Foros Sociales Mundiales
realizados en la ciudad brasilera de Porto Alegre, y en los demás Foros Sociales en otras partes del mundo, en los que tuvieron una activa participación dirigentes del movimiento piquetero y de partidos de izquierda argentinos, al lado de representantes emblemáticos de la Teología de la Liberación de otros países. (CubDest, Servicio de Difusión, Desde Cuba en el Destierro, Noticias & comentarios sobre Cuba, América Latina & Estados Unidos, www.cubdest.org)
19.

Alimentado por un espíritu libertario, este neo-socialismo promueve, en las más diversas partes del globo, movilizaciones contestarias con una apariencia de espontaneidad, como si éstas se efectuasen sin la articulación y auxilio de agentes especializados en psicología e ingeniería social.

Debajo de la retórica antiglobalización lo que surge es, con el nombre de Internacional Rebelde, el combate insidioso a la propiedad privada, a la libre iniciativa y a los poderes del Estado rumbo a una sociedad de pequeños grupos autogestionarios.20

El "neosocialismo" asume, además, las luchas del nuevo "proletariado" contra las "alienaciones" de la cultura dominante, globalizando la autodenominada "resistencia ciudadana universal"; la defensa de los pseudo-derechos de las "minorías sexuales"; el incentivo a tipos de vida "alternativos"; la liberalización de las drogas; el feminismo, el "matrimonio" entre personas del mismo sexo; en fin, las causas de todos los designados como "excluídos sociales".

De ese modo, la "guerra social planetaria", a pesar de la heterogeneidad de reivindicaciones, demuestra una articulación efectiva en orden a la acción.

La organización en redes, quizá por transposición desde la informática, se ha constituido en la caraterística central del proyecto revolucionario. Así hemos visto surgir a Al–Kaheda como forma estratégico-táctica del Terrorismo Internacional y a los Movimientos Anti-Globalización.

El tipo de articulación "horizontal" adoptado substituye la articulación "vertical-piramidal" de las antiguas estructuras revolucionarias. Esta característica de articulación horizontal y en redes, es propia de las nuevas tácticas recomendadas en el Foro Social Mundial de Porto Alegre, para dotar a los movimientos contestatarios de una apariencia de espontaneidad.

Esta corriente ideológica minoritaria, manipulando ansias más o menos populares, las dirige contra las estructuras de la sociedad, con el objeto de desmembrarla desde el punto de vista psicológico y político, desalentando a los que se le oponen y neutralizando las resistencias.

Es la razón por la que sus mentores consideran que la eficacia de su lucha los exime de las exigencias de la legalidad. Esto torna aceptable, a sus ojos, las acciones ilegales o de violencia "simbólica". Es lo que confiere a muchos de los grupos anti-globalizantes un carácter técnicamente terrorista.

El mismo Noam Chomsky, uno de los anarquistas más conocidos de la actualidad y hombre estrella de la anti-globalización, destaca este aspecto parafraseando un manual del ejército norteamericano: "Terror es el uso calculado de la violencia o de la amenaza de violencia para obtener objetivos políticos o religiosos a través de la intimidación, coerción o provocación de miedo. Esto es terrorismo" ("La nueva guerra contra el terror", transcripta en el site de Internet del Forum Social Mundial).

* * *

Al hacer este breve análisis del movimiento anti-global, no podemos menos que evocar las metas, reivindicaciones y métodos de acción piqueteros. Es fácil percibir que no constituyen un movimiento auténticamente autóctono, sino que se insertan en esa red internacional.

De ahí que Noamí Klein, una periodista y activista canadiense, autora del libro "No Logo" y persona clave en los Foros Sociales Mundiales, haya declarado durante su estadía en Buenos Aires, en el verano del 2002: "Pienso que el fenómeno de los piqueteros es enormemente significativo aquí y, potencialmente, afuera. Hemos visto movimientos similares, más pequeños, organizando a los excluídos y yo pienso que es el futuro del activismo" ("La Nación", 24-3-02).

Se comprende, entonces, que los regímenes de Lula da Silva en Brasil con los "Sin Tierra", Hugo Chávez en Venezuela con los "Grupos Bolivarianos" y Fidel Castro en Cuba, sean vistos con especial aprecio por esta neo-izquierda anárquica. De igual manera, el llamado proyecto de "integración" sudamericana, con clara connotación socialista y anticapitalista, persigue en la región el triunfo de los ideales predicados en los Foros Sociales.

Por lo demás, el mismo D'Elía, visto por muchos como el máximo representante del sector "blando" y "dialogante", reconoce claramente que el movimiento piquetero pertenece a ese contexto ideológico internacional: "Respaldamos este bloque regional que se va conformando entre Kirchner, Fidel, Lula y Chávez. Cualquier medida nuestra debe ser tomada en ese contexto" ("Piqueteros hasta dónde llegarán", Daniel Gallo, "La Nación", 2-11-03).

En el mismo sentido, la presidenta de la Asociación de Madres de la Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, durante la 23a. "Marcha de la Resistencia", clamó ante "piqueteros, desocupados y familiares de desaparecidos" a favor de una "revolución de los pueblos de América Latina" para empezar por derribar parte del capitalismo" ("La Nación", 12-12-03).

Isabel Rauber deja clara la meta comuno-anárquica, revolucionaria e internacionalista de los "piqueteros", al afirmar que "Seattle, Porto Alegre, Génova, Québec, Buenos Aires, Florencia, Quito, son parte de un mismo piquete: el piquete global".("Piquetes y piqueteros en la Argentina de la crisis – Cerrar el paso abriendo caminos", Isabel Rauber, 2002, www.lavaca.org)

 

 

III
El desmoronamiento del Estado de Derecho

 

Frente a la agresión de raíz internacional que hemos descripto y que ha sumido a nuestra población en la inseguridad y el desconcierto, los poderes del Estado –debatiéndose en el falso dilema "represión sangrienta" vs. "manos de seda"– no han articulado una respuesta adecuada para restablecer la paz y el orden.

No solamente un falso dilema atrapa a las más altas autoridades del Estado. El Gobierno justifica su inacción sistemática, basado en la idea ingenua de que el transcurso del tiempo y el apoyo a los sectores considerados "blandos" y "dialogantes" del movimiento piquetero -por oposición a los denominados "violentos" o "infiltrados"- terminará resolviendo la situación.

Sorprende tal postura en un asunto de tanta gravedad y cuya urgente solución es reclamada a gritos por el país, en una gestión de gobierno que se caracterizó, desde sus inicios, por el llamado estilo "K."

Con una rapidez fulminante, fueron descabezadas las cúpulas militares y policiales; se modificó la composición de la Corte Suprema de Justicia; se intervino desde el Poder Ejecutivo Nacional en las sucesivas elecciones provinciales; se consiguió articular un apoyo legislativo que nadie preveía; se buscó, en base a giras internacionales, el apoyo de los líderes de los principales países del mundo y de la región...

¿Por qué entonces tanta paciencia y prudencia para resolver este tema, tanto comedimiento, tanto titubeo, tantas marchas y contramarchas y sobre todo un manejo de los tiempos tan diferente?

Si las autoridades escaparan de estos falsos dilemas y de la equivocada apreciación de la realidad, podrían recurrir a la simple aplicación de las herramientas existentes en nuestra legislación para crear las condiciones que permitan restablecer la normalidad y encarar las soluciones de fondo del problema social.

Una de las funciones esenciales del Estado es la de salvaguardar la seguridad y el orden público, sin lo cual la población no puede ejercer sus derechos ni desarrollar en plenitud y libertad sus actividades. Entonces, cómo no preguntarse: ¿el Ministerio Público Fiscal y las fuerzas de seguridad que omitieren, rehusaren hacer o retardaren algún acto de su oficio, no faltan a sus deberes de funcionario público? ¿acaso deben acatar algún tipo de "obediencia debida"?

1. Las herramientas legales

Cuando se desvirtúan los fines, cuando se introducen elementos que colocan la protesta en el delito, la sociedad, a través de sus autoridades, debe reaccionar con el empleo de la ley y de los mecanismos propios del Estado para restablecer el orden alterado.

La garantía constitucional que ampara el reclamo es la de "Peticionar a las autoridades", contemplada en el artículo 14 de nuestra Constitución Nacional (CN).

Sin embargo, un derecho no puede ir en detrimento de otro de igual jerarquía constitucional como el de trabajar, transitar o disponer de la propiedad privada, también contemplados en el mismo artículo de la C.N.

El art. 22 de la CN dice: "Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste, comete delito de sedición". Los arts. 229 y 230 del Código Penal sancionan con penas de uno a seis años a quienes cometieren este delito.

La descripción hecha en otro lugar de este informe (II, 3, C) sobre el armamento que comúnmente utilizan los piqueteros, profusamente documentado por los medios gráficos y televisivos, es suficiente para probar la comisión de los delitos tipificados en los artículos mencionados.

Sus conductas, además, están comprendidas por los delitos de: amenazas calificadas (art. 149 ter.) extorsión (art. 168) daño calificado (art. 184 bis, inc. 1º) tenencia de arma de guerra (art. 189 bis) atentado contra los medios de transporte y comunicación (art. 194) instigación al delito (art. 209) apología del crimen (art. 213) y atentado contra el orden público (art. 213 bis).

Si se sumasen las penas previstas en estas normativas pueden llegar a condenas de 5 a 58 años de prisión.

Los art. 226, 226 bis y 227 del Código Penal, entre otros, protegen la estabilidad del sistema republicano de gobierno, el orden constitucional y los poderes públicos, con penas de 12 a 56 años de prisión.

Los relatos y documentos que hasta ahora hemos expuesto, sin contar los delitos comunes en los que se incurre permanentemente (robo, abandono de persona, usurpación de la propiedad, lesiones, etc.) configuran suficientemente delitos a ser sancionados por nuestra legislación.

"El delito no se combate con el diálogo", afirmó el fiscal de ejecución penal platense Marcelo Romero. Fue enfático al señalar que los cortes de rutas son "un delito grave" y que el accionar piquetero en general constituye "una grave violación de la seguridad pública".

Al comentar la pretensión de los piqueteros de que no se criminalice la protesta social, ironizó: "los violadores sexuales podrían pedir que no se criminalice el goce, que no se criminalice el placer".

Criticó, además, con rigor la política del Gobierno: "Ningún funcionario del Estado puede arrogarse la potestad de elegir cuál garantía constitucional es aplicable y cuál no, y mucho menos con la soberbia de afirmar: "Ustedes no saben nada, el problema de los piqueteros lo arreglamos con el diálogo".

Como síntesis concluyó: "El delito en la Argentina no se negocia, se reprime con el Código Penal y con los distintos códigos de Procedimientos. Así de sencillo." ("La Nación", 2-12-03).

 

2. El falso dilema del gobierno

En disposición de estos instrumentos legales, ¿qué hace el Gobierno Nacional?

Lejos de restablecer el orden, prestigia la protesta, la financia y transforma en interlocutor permanente a los líderes piqueteros, colocándolos casi al nivel de Ministros, Asesores o Secretarios de Gobierno, dándoles una representatividad que no concede a otras áreas donde, con sacrificio, se estudia, se investiga y se trabaja por la Argentina.

Así, por ejemplo, el 13 de Agosto ppdo. el presidente Kirchner recibió en la Casa Rosada a un grupo de dirigentes piqueteros encabezados por Luis D´Elía, a quienes prometió 1.800.000 pesos destinados a financiar microemprendimientos.

A "Pepino" Fernández, quien lideró la revuelta de General Mosconi, le correspondería un subsidio de 250.000 pesos, destinados a su proyecto "Yunga" que significa "corredor de la selva".

Conviene recordar que, unas semanas después, la organización de "Pepino" Fernández participaba en la protesta por la detención de siete piqueteros, lo que resultó en el saqueo e incendio de las oficinas de dos empresas petroleras en General Mosconi (Ver II, 3, B).

Un informe de la Gendarmería sostiene que los sectores más combativos administran unos 18 mil planes "Jefes de Hogar", cerca del 10 % de los asignados a piqueteros.21

En verdad, el subsidio ha sido la única respuesta del Gobierno a la emergencia social. Pero el subsidio debe ser sólo eso: una emergencia y no una acción permanente (Planes Trabajar, Planes Jefes y jefas de Hogar, microemprendimientos, etc.)

Claro que el Estado debería explicar por qué, si los índices de reactivación económica son tan elocuentes, se mantienen medidas asistenciales que, prolongadas en el tiempo, se convierten en un nuevo foco de distorsión social, generando por sí nuevos problemas.

Por fin, llegamos al enfrentamiento con los sectores llamados "duros" o "violentos", como parte de una estrategia oficial para atraer y "domesticar" a los "blandos" o "dialogantes", merecedores de tales calificativos, más que nada por alinearse con el Gobierno.

La inocuidad de tal estrategia queda en evidencia con la participación activa de cúpulas piqueteras en el Foro Social Mundial de Porto Alegre. Recordemos que en su Carta de Principios se trata del uso de la violencia por parte de organizaciones populares. (Cfr. "O São Paulo", Brasil, 9-4-01).

Por lo demás, es difícil pensar en "blandura" cuando Luis D´Elía no tuvo empacho en elogiar al régimen tiránico de Fidel Castro como el resumen de las esperanzas más altas del movimiento piquetero (www.cta.org.ar/xtras/1demayod.html).

* * *

En el ámbito legislativo está siendo impulsado un proyecto que, al constituir un verdadero "fuero especial" para el movimiento piquetero y sectores afines a él, representará una verdadera subversión del orden legal vigente

Se trata del Proyecto de Ley de Amnistía presentado por Izquierda Unida y con intervención del "Grupo Talcahuano" de diputados cercanos al Presidente de la Nación. En su artículo 1º, el proyecto establece: "Quedan amnistiadas las personas que hayan participado en todos los hechos ocurridos con motivo y/o finalidad de reivindicación social, económica, política, gremial, de derechos humanos o estudiantil sucedidos a partir del 1 de febrero de 1991 hasta la sanción de la presente, cualquiera sea el bien jurídico lesionado y el modo de comisión...".22

¡Extraordinaria ley!, que genera una nueva concepción del delito y semeja una suerte de "Jubileo" para todos los excesos a que se han librado: incluyendo los cortes de ruta, los "escraches", la usurpación de inmuebles, etc.

 

 

IV
¿Hacia dónde vamos?

 

Al terminar este análisis, se adquiere una noción muy viva de que los acontecimientos se van disponiendo de acuerdo a una secuencia previamente elaborada, de sorprendentes similitudes con procesos revolucionarios desarrollados en otros países:

a) una intensa campaña "conscientizadora" de índole revolucionaria, destinada a hacer notoria las "condiciones subhumanas" en que todos viven y así provocar el incendio del descontento general;

b) una agitación de masas "conscientizadas" para desestabilizar el orden vigente;

c) como consecuencia de tal agitación, la amenaza de un golpe de fuerza, quizás una revolución y, si fuera necesario, hasta una guerra civil.

En efecto, el movimiento piquetero no es el fruto necesario de una situación socio-económica marcada por innegables dificultades y sobresaltos.

Se trata, en realidad, de una conjugación artificial de intelectuales y hombres de acción, encastillados en los Poderes del Estado, en los medios de comunicación y en organizaciones de base de distinta índole.

Queda claro que tiene fines y objetivos revolucionarios, los cuales se encuadran dentro de una acción a nivel internacional de amplio alcance, muy alejada de las necesidades y vicisitudes de nuestro sufrido y castigado pueblo.

De alcanzar estos objetivos, operará un cambio substancial, no solo del régimen socio económico basado en la propiedad privada, sino también de nuestra cultura, de nuestros valores y sentimientos como Nación. Este peligro, cierto e inminente, amenaza los legítimos derechos de nuestra población en su conjunto y compromete gravemente la seguridad personal y el destino de la Argentina.

También es claro que este conjunto de factores incide negativamente en las posibilidades de reactivación de nuestra economía, generando un círculo vicio-
so que, en definitiva, termina perjudicando a quienes deberían estar en el centro de las preocupaciones: los desocupados.

Por otra parte, la actuación notoriamente revolucionaria de los piqueteros va a contramano del sentir general de la población. No se conoce el caso de ningún sector que le brinde su adhesión espontánea. Por el contrario, lo que se va afirmando es una profunda y creciente aversión a los permanentes disturbios y convulsiones. La prueba definitiva de su fracaso se verifica con los insignificantes resultados electorales de los candidatos piqueteros y de los partidos de izquierda que los apoyan.

Puede percibirse que el fenómeno constituye, sobre todo, un mito publicitario, y que sus mentores, hábiles en el manejo de las armas de propaganda, crean en el público la ilusión de una popularidad que no poseen y pretenden que gran parte de la población, pese a su desacuerdo profundo, termine por resignarse a cederles cada vez más espacio. "Mil personas en la calle Corrientes provocan un efecto mayor que un millón de votos", observa con sagacidad el periodista Walter Ceballos ("Hasta dónde llegarán", Daniel Gallo, "La Nación", 2-11-03).

Ante tales perspectivas es extremadamente difícil –para no decir imposible– comprender el trato privilegiado que los más altos poderes del Estado brindan al movimiento piquetero.

El panorama aquí presentado se ensombrece con las declaraciones y amenazas cada vez más violentas de ciertos sectores, amenazas que nos colocan en el umbral de un enfrentamiento de consecuencias imprevisibles.

* * *

Los argentinos, en verdad, deseamos que los problemas de nuestra Patria sean resueltos decididamente y dentro del Estado de Derecho, con una amplia y estable paz social, muy diversa del odio, la agitación y la lucha de clases de los piqueteros.

De ahí que nuestros espíritus no dejen de sobresaltarse ante la duda: ¿estarán dispuestas las fuerzas de izquierda a empujar nuevamente nuestro país a una lucha fratricida, al término de la cual puedan imponer su utopía socialista de una sociedad sin propiedad privada ni clases sociales?

De desarrollarse esta lógica perversa ¿quien pierde? Pierde la Argentina.

¿Qué perdemos? A nuestro entender, perdemos la posibilidad de atravesar esta crisis y reencauzar nuestra Nación por las vías de grandeza cristiana que jamás deberíamos haber abandonado.

Perderíamos así nuestra identidad y colocaríamos en riesgo la propia soberanía. Cuando una nación se contempla a través del lente de la falsa propaganda de un adversario que libra una "guerra social planetaria", insertada en una red internacional, esta será la dueña de fijar los rumbos que solo nosostros, como argentinos, deberíamos elegir.

Reconquista y Defensa juzga un deber expresar el sentimiento y las convicciones de numerosos compatriotas al hacer oir esta voz de alerta a las autoridades, a las clases dirigentes y al pueblo en general.

La Argentina auténtica no quiere la confrontación y el conflicto como forma de resolver sus problemas, sino que busca, ansiosa, la estabilidad y la paz.

Tampoco queremos dar voces de alarma para producir inseguridad pública. Esta reflexión se destina a todos aquellos que, sea por la legítima defensa de sus derechos, sea por preocupaciones patrióticas, sea por fidelidad a la auténtica doctrina social de la Iglesia, no desean ver a la Argentina tomar las sendas sombrías hacia donde la quieren llevar fuerzas que alimentan, en sí, los gérmenes de una revolución anticristiana.

A todos exhortamos a conformar un noble y amplio frente que, en momentos de tal gravedad, tenga en vista lo que nos une y relegue a un provisorio olvido todo lo que eventualmente nos pueda separar.

La Argentina nació católica: en esta hora extrema de nuestra historia volvemos, confiados, nuestra mirada hacia la Virgen de Luján y a Ella imploramos que proteja la Patria.

 

Buenos Aires, Diciembre de 2003

 

 

Para comunicarse con Diálogo Directo, escriba a Reconquista y Defensa,
Apartado Especial Nº 25 – Sucursal Barrio Norte – Correo Argentino
C1412ZAA – Buenos Aires – Telfax: 4801-4681 –
cartas@reconquistaydefensa.org.ar

 

 

Apéndice

Origen y significado de la palabra Piquete

(De pico)

1. m. Golpe o herida de poca importancia hecha con un instrumento agudo o punzante.

4. m. Grupo poco numeroso de soldados que se emplea en diferentes servicios extraordinarios.

5. m. Pequeño grupo de personas que exhibe pancartas con lemas, consignas políticas, peticiones, etc.

6. m. Grupo de personas que pacífica o violentamente, intenta imponer o mantener una consigna de huelga.

(Cfr. Diccionario Real Academia Española)

La acepción primera viene a coincidir con el lenguaje de muchos dirigentes piqueteros: golpear, herir.

Está claro el origen militar (significado 4., piquete de fusilamiento, por ej.) que coincide con la organización de los piqueteros.

De allí pasó a las luchas obreras (significado 6.) Y no es casualidad, por las concomitancias del "piqueterismo" con diferentes sectores sindicales. También ideológicamente coincide con los primeros piquetes anarquistas del siglo XIX.

Las acepciones 4. y 5. son también significativas porque coinciden en lo poco relevante de los grupos ("poco numeroso" "pequeño") como los piqueteros.

La acepción 6. señala una característica central de nuestros piqueteros: la violencia como método.

"Detienen en Salta un piquetero
por la muerte de una mujer"

"Nicolasa Jaime murió por no poder llegar a un Hospital ubicado a 10 minutos del corte de la ruta 34 (...)" "Ni siquiera pude ver las caras de aquellos hombres (...) estaban encapuchados y llevaban palos (...) mamá murió cuando llegamos al hospital" dice el hijo, Lino Jaime (...) Fuentes del Hospital Perón de Tartagal dijeron que podría haberse salvado de haber llegado a tiempo."("La Nación", 26-10-02)

Nueva Modalidad de Protesta

Piqueteros "liberaron" los peajes de dos autopistas

* En las del Oeste y La Plata-Buenos Aires dejaron pasar gratis a los automovilistas. Provocó pérdidas económicas a las empresas concesionarias. ("La Nación", 19-2-03)

Llegaron a las Líneas de Subterráneos

*Ocuparon tres estaciones por seis horas

*Durante la protesta, los usuarios viajaron gratis ("La Nación", 25-9-03)

* La segunda jornada piquetera realizada ayer en estaciones de subterráneos terminó en un caos y con graves hechos de violencia. (26-9-03)

Corte de vías férreas

"En el último mes he "sufrido" cuatro piquetes (…)". El último, cuando cientos de argentinos llegábamos a Retiro (estación de TBA), los parlantes anunciaban "corte de vías"; por lo tanto: servicios interrumpidos (…)" ("La Nación", 4-11-03)

Desocupados cortaron el tránsito en la autopista Riccheri

Piqueteros de diversas organizaciones cortaron hoy las dos manos de la autopista Ricchieri que conduce al aeropuerto internacional de Ezeiza, en una medida que casi obliga a la cancelación de vuelos en esa base aérea. ("La Nación", 9-12-03)

¡Niños piqueteros!

La permanente presencia de menores en marchas y actos es uno de los hechos más aberrantes que las autoridades toleran de brazos cruzados. En Mayo de 2001, 400 chicos integrantes del «Movimiento Chicos del Pueblo», una organización de la CTA, fueron movilizados durante 15 días, desde La Quiaca a Buenos Aires.

Como bien lo destaca la Arq. Marta Susana Solimano, Presidenta de la Asociación de Mujeres de Negocios y Profesionales, la adhesión de nuestro país a la Declaración Universal de los Derechos del Niño, debería mover a las autoridades nacionales a impedir este tipo de hechos. ("La Nación", 22-5-01 y 15-7-02)

La "Red" en la Argentina

En la Argentina el movimiento piquetero se articula en "red" para la praxis con:

*Partidos políticos de izquierda

*Movimientos Feministas

*ONGs relacionadas con los diferentes grupos de la guerrilla de los 70: "Madres de Plaza de Mayo", "Abuelas", H.I.J.O.S., etc.

*Sindicatos combativos

*Sectores autodefinidos como "Minorías discriminadas": Comunidades Gay y Lesbiana, Mujeres Golpeadas, etc.

*Sectores sociales deprimidos: Desocupados y Jubilados

*Asociaciones Indigenistas (que separamos por su importancia táctica de las minorías discriminadas)

*Diferentes grupos que promueven la "Democracia Directa". Asambleas Barriales, "Barrios en lucha", etc.

*Organizaciones de Autogestión, Comités de Fábricas Ocupadas.

*Organizaciones de grupos con diferentes carencias: "Sin tierra", "Sin Techo", etc.

*Organizaciones Estudiantiles.

*Grupos violentos semi delictivos como "Barras Bravas", "Quebracho", etc.

*Organizaciones "Ecologistas".

 

 

NOTAS:

1 - "La Argentina sufre emoción violenta (...). Por un lado, una permanente inestabilidad la mantiene insegura -cambios de planes de gobierno, de leyes (...) No predomina una tendencia a la evaluación serena, madura, racional que lleva a conclusiones permanentes" (Marcos Aguinis, "Noticias", 6-12-03).

2 - Encuesta de Zuleta Puceiro, "La Nación", 3-12-03.

3 - "Infobae", 14-12-03.

4 - Una de las asociaciones piqueteras más activas es la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional.

5 - indymedia.org; rebelion.org; marxist.com; nodo50.org; resistir.info/argentina/i_rauber.html. Por el espacio no incluimos la larga lista que continúa.

6 - "La Nación", 2-12-03.

7 - "La Nación", 22-8-03.

8 - "Barbarie e impunidad", Copyright "La Prensa" 1996 - 03.

9 - Gabriel Sued, "La Nación", 27-11-03.

10 - Carlos Pastrana, "La Nación", 21-11-03.

11 - "La Nación", 27-11-03.

12 - Gabriela R. Pousa, "Panorama Político Semanal", 1-12-03.

13 - "La Nación", 2-12-03.

14 - "Nadie investiga un ataque a tiros entre piqueteros de Sasetru", "La Nación", 7-12-03

15 - "La Nación", 18-6-01, 4-10-02, 27-2-03, 21-3-03, 31-7-03, 16-11-03 , 26-11-03, 4-12-03.

16 - "La Nación" dedica una sorprendente cantidad de editoriales al tema: "Cortes de ruta y peajes extorsivos" (27-4-02); "Los piquetes y sus consecuencias" (25-10-02); "Caso Brukman y propiedad privada" (23-4-03); "Los piqueteros y el orden público" (22/8/03); "Lamentable llamado a la violencia" (27-8-03); "Cuando gana el caos, perdemos todos" (11-9-03); "Sin orden, ninguna sociedad es viable" (27-9-03); "El orden público en crisis" (24-10-03); "Piqueteros: que impere la ley" (8-11-03); "Ocupación ilegal de inmuebles" (11-11-03); "Un proyecto de ley inadmisible" (15-11-03; "Inadmisibles brotes de violencia" (22-11-03). Habría que añadir artículos de opinión. Algunos ejemplos: "Piqueteros, poner orden"; "Piqueteros y violencia"; "La nueva Chicago argentina"; etc.

17 - Entrevista de Naomí Klein con Tony Negri en Roma y su presencia en la Argentina durante los sucesos de diciembre del 2001. "Quién es Naomi Klein y porqué vino a la Argentina" (lavaca.org/notas/nota313.shtml).

18 - "Desde el Santiagueñazo del 93' para acá, y frente a los azotes hambreadores y excluyentes del "modelo", millones ganamos calles, rutas y plazas resistiendo el despojo y la indignidad"; (CORREPI - Boletín Informativo, Nº 245) , "Partes de una carta del Montonero René Haidar a la conducción nacional de Montoneros, "SEPRIN", 26-11-03

19 - "La Nación", 21-1-03. Anuncia la participación de numerosos dirigentes piqueteros y de partidos de izquierda en el Foro Social Mundial ( 23 al 28 de enero, Porto Alegre, Brasil). Se hicieron presentes 5.800 ONG's de 156 países y más de cien mil personas. Menciona a: diputados Alicia Castro, Ariel Basteiro y Carlos Raimundi, Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Anibal Ibarra, 25 integrantes de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo, Marta Maffei, secretaria general adjunta de la CTA y dirigente de Ctera, Luis D´Elía, líder de la Federación Tierra y Vivienda, tres representantes del Movimiento de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón y cincuenta integrantes del Movimiento Sin Trabajo Teresa Vive.

20 - "Con el pretexto del combate a la globalización RENACE LA LUCHA DE CLASES- El Forum Social Mundial de Porto Alegre, cuna de una neo-revolución anárquica", Gregorio Vivanco Lopes y José Antonio Ureta, Febrero de 2001, Ed. de Cristo, San Pablo, 2002..

21 - "Clarín", 30-11-03.

22 - "Argentina con Lupa", Horacio Daniel Rodríguez, 14-11-03.