* AP, "Cuban Players Apparently Defect"

* DLA, "Desertan cuatro atletas cubanos en Puerto Rico"

* DLA, "Republicanos Quieren Incluir Cuba En Proceso Certificación Drogas"

* DLA, "Congresistas reclaman enjuiciar a Castro por el derribo de las avionetas"

* ¿Cuál es la Razón Para que en los EE.UU. se Quiera Ayudar a la Tiranía de Castro?

* Why Does the United States Want to Help the Castro Tyranny?

* Agustín Blázquez, "The 40-Year delayed reaction"

* Juan Tamayo: "La economía cubana fue 'abominable' en 1998"

* Alberto Cruz-Lima, "Se disparan cifras de aborto juvenil urbano"

* Roberto Fabricio, "Ex oficial cubano confirma la posesión de armas bacteriológicas"

* Tim Johnson, "Colombia: Crece la indignación pública contra Pastrana"

* El Mundo, "Colombia: la guerrilla no juega limpio"

Chris Sheridan, AP Basketball Writer

SAN JUAN, Puerto Rico (AP Jul. 19) - When it came time to play the United States, the Cuban basketball team was missing four players.

Lazaro Borrell, a 26-year-old center; Roberto Herrera, 24, a guard; Angel Cabellero, 28, a guard; and 23-year-old center Hector Pino appeared to have defected.

Herrera is the son of Cuban Basketball Federation president Ruperto Herrera. His brother, Ruperto Jr., defected in Argentina in May.

``We don't know if they defected or if they are with some Puerto Rican women,'' coach Miguel Calderon said. ``What I can say is that they are not in the arena.''

A spokeswoman for the Immigration and Naturalization Service in Washington said she had no information on any Cuban defections in San Juan.

None of the Cuban players would comment before the game. One of them, center Amiel Vega, drew his finger across his mouth when asked what had happened. Two other Cuban players walked away when approached by a reporter.

The Pan American basketball federation confirmed four missing players. No one could immediately say for certain they had indeed defected.

Said Tomas Herrera, president of the Cuban delegation: ``It would be a disgrace if we talk about these players as defectors and then they appear. When they appear, then a statement will be made.''

Cuba has a history of defections at sports events, especially in baseball and often in Puerto Rico.

In 1993, basketball player Andres Guibert defected at a tournament in Ponce. He later played briefly for the Minnesota Timberwolves. He now plays in Europe and is attending the qualifying games in San Juan.

``I wasn't surprised that they defected, but I was surprised at the players who defected,'' Guibert said, referring to Borrell and Caballero. ``They seemed to me like very disciplined guys.''

Two other Cuban basketball players defected during the 1994 world championships in Toronto.

The most prominent baseball defector is Orlando ``El Duque'' Hernandez, who fled Cuba in December 1997 and signed with the New York Yankees. There was also Hernandez' half-brother, Livan Hernandez of the Florida Marlins and major leaguers Rene Arocha, Osvaldo Fernandez, Rey Ordonez, Ariel Prieto and Rolando Arrojo.

In May, Cuban baseball coach Rigoberto Betancourt Herrera defected to the United States during the national team's visit to Baltimore for an exhibition game against the Orioles.

Cuba had only eight players in uniform for its 88-52 loss to the United States in the Olympic qualifying tournament.

Borrell was averaging 21.3 points in the tournament, and Herrera and Cabellero were the third- and fourth-leading scorers for Cuba.

``The defections make you think about how lucky we are to live the way we live while members of the opposite team are trying to leave their country,'' U.S. forward Tom Gugliotta said.

The Pan American basketball federation confirmed four missing players. No one could immediately say for certain that they defected.

Cuba's coach waved the federation's press release at reporters after the game.

``Why is everyone asking about this? What is the big deal?'' Calderon said. ``I came here to do a technical analysis of the game, not to talk about this.''

Diario Las Américas, ed. electrónica, 19 de julio de 1999

SAN JUAN -- El equipo de Cuba salió con ocho jugadores a enfrentarse con la selección de Estados Unidos, después de que cuatro de sus integrantes que participaban en el torneo de Las Américas desertaron para pedir asilo al gobierno estadounidense.

La deserción colectiva, confirmada por EFE antes del enfrentamiento entre Cuba y Estados Unidos previsto para las 5:30 de la tarde (22:30 gmt), ha dejado destruido al equipo antillano, que no había cosechado ningún triunfo en el campeonato.

Cuba, que forma el grupo A del preolímpico americano, perdió sus encuentros ante Canadá, Uruguay y Argentina, y hoy se enfrentaba con el equipo estadounidense, compuesto por nueve estrellas de la NBA y tres jugadores de la NCAA.

Los desertores fueron el alero Lázaro Borrel, el pívot Héctor Pino, y los bases Angel Caballero y Roberto Herrera, este último hijo del presidente de la Federación de Baloncesto de Cuba, Ruperto Herrera.

La Confederación Panamericana de Baloncesto (Copaba), a través de su director técnico, el argentino Alberto García, había confirmado la deserción de los cuatro jugadores.

García informó de que el delegado de la expedición cubana, Tomás Herrera, comunicó oficialmente a la Copaba la marcha de los cuatros baloncestistas.

Borrel, Pino, Caballero y Herrera abandonaron las dependencias que ocupaban en el hotel de concentración de la selección antillana en San Juan tras recoger sus pertenencias personales y, desde entonces, se desconoce su paradero.

A pesar del impacto provocado por la fuga de los cuatro jugadores, la organización del Torneo de las Américas mantuvo intacto el calendario de la competición.

Hace seis años, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe disputados en la localidad boricua de Ponce, el pívot cubano Andrés Guibert también abandonó a su equipo para solicitar asilo político.

Meses después, en el Mundial de Toronto'94, Richard Matienzo y Alfredo Duquesme pidieron la residencia a las autoridades canadienses.

Ruperto Herrera, que también es hijo del presidente de la Federación Cubana, es otro de los nombres que figuran en la lista de baloncestistas antillanos que han aprovechado un viaje al extranjero para no regresar a su país.

Antes del Campeonato Centroamericano y del Caribe, disputado el pasado mayo en la Habana, el jugador, que se encontraba concentrado con la selección de su país en Argentina para preparar el torneo merced a un acuerdo de colaboración con el club Obras Sanitarias, solicitó asilo y tampoco volvió a Cuba.

Diario Las Américas, ed. electrónica, 7 de julio de 1999

Republicanos Quieren Incluir Cuba En Proceso Certificación Drogas

Washington - Dos líderes republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos han propuesto incluir a Cuba en la evaluación anual del Departamento de Estado sobre los países que colaboran en la lucha contra el tráfico de drogas.

Los congresistas Dan Burton (Indiana) y Benjamin Gilman (Nueva York), autores del proyecto de ley, consideran que Cuba es uno de los "principales" países que está vinculado al narcotráfico internacional.

La legislación coincide con informes de que el Gobierno de Estados Unidos se apresta a aprobar nuevas medidas para suavizar el embargo económico contra Cuba.

Burton es el coautor de la conocida legislación Helms-Burton, que en marzo de 1996 reforzó el embargo económico contra Cuba, vigente desde hace cuatro décadas.

El Departamento de Estado no incluye a Cuba en la evaluación sobre los países que colaboran con Estados Unidos en la lucha contra las drogas debido a que interpreta que la ley no se aplica a países con los que no tiene intercambio comercial.

Dos funcionarios del Departamento de Estado estuvieron el mes pasado en La Habana, para discutir posibles proyectos de cooperación, incluida la lucha contra el narcotráfico.

Los congresistas Burton y Gilman presentaron su legislación después de que una investigación de los republicanos de la Cámara de Representantes determinó que Cuba es un puente importante para el narcotráfico internacional.

La Cámara de Representantes inició su investigación sobre Cuba y el tráfico de drogas después de que en diciembre pasado la policía colombiana confiscara 7 toneladas de cocaína, que tenían como supuesto destinatario a una compañía en La Habana.

En aquel momento, sin embargo, el Departamento de Estado de EEUU dijo que no habían vínculos entre el cargamento de droga y el Gobierno del presidente cubano, Fidel Castro.

Diario Las Américas, ed. electrónica, 16 de julio de 1999

Congresistas reclaman enjuiciar a Castro por el derribo de las avionetas

Acusan a la Casa Blanca de complicidad al no haber hecho lo necesario para evitar la tragedia en la que fueron asesinadas en el aire por aviones Mig cubanos cuatro personas

WASHINGTON - - Congresistas anticastristas republicanos reclamaron este jueves una acción judicial contra el gobernante cubano Fidel Castro por el derribo de dos avionetas civiles en 1996 y acusaron al Gobierno demócrata de Bill Clinton de no haber hecho lo necesario para evitar la tragedia.

"Sabemos quién es responsable por este flagrante acto de agresión", dijo la representante republicana de Florida Ileana Ros-Lehtinen. "El departamento de Justicia debe concluir su investigación y pronunciar inculpamientos contra el régimen de Castro", dijo.

Los argumentos fueron presentados en una audiencia ante el subcomité contra el crimen de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, durante la cual se presentaron varios testigos.

Según Ros-Lehtinen, la Casa Blanca conocía de antemano el peligro que corrían las avionetas arrendadas por la organización anticastrista de Florida "Hermanos al Rescate", derribadas el 24 de febrero de 1996 por cazas de la fuerza aérea cubana.

"Quisiera preguntar a Sandy Berger (consejero del presidente Bill Clinton para Asuntos de Seguridad Nacional) quién dio la orden de detener el mecanismo de defensa que hubiese salvado las vidas" de las cuatro víctimas del incidente, dijo el presidente de Hermanos al Rescate, José Basulto.

Según Basulto, "sólo se hará justicia una vez que todos los responsables -directos o indirectos- de esos asesinatos sean identificados y comparezcan ante la justicia".

El representante Lincoln Díaz-Balart (Florida) destacó que en una entrevista con la revista Time en marzo de 1996, el propio Castro reconoció haber dado la orden de derribar las avionetas, versión sustentada por el tránsfuga Lázaro Betancourt Morin, ex guardia de seguridad de Castro, presente en la audiencia.

"No hubo inculpación de Castro por decisión política, a pesar de que hay pruebas contundentes", dijo Díaz Balart.

Otro testigo, Jeffrey Houlihan, miembro de los servicios de detección aérea de la aduana norteamericana de Flrorida, que siguió el incidente desde su pantalla de radar, afirmó haber alertado a tiempo a la Fuerza Aérea norteamericana sobre lo que estaba ocurriendo.

Tras el derribo de la primera avioneta por la aviación cubana, "llamé a la fuerza aérea y les pregunté: ¿ustedes ven lo que yo veo? ¡Esto parece un derribo!", dijo Houlihan.

"Sí -me contestaron-, nosotros nos ocupamos de eso". Minutos más tarde, los Mig cubanos abatían a la segunda avioneta civil...

Diario Las Américas, ed. electrónica, 7 de julio de 1999

A la luz de la lógica, de la política y de la historia es casi imposible --por no decir que imposible-- encontrarle explicación al esfuerzo de ciertos sectores influyentes de la vida pública estadounidense en el sentido de eliminar obstáculos para que la dictadura totalitaria de Fidel Castro siga con su sistema empobreciendo moral y materialmente al pueblo cubano y, como consecuencia de todo ello, destrozando sus instituciones democráticas.

Cualquier ayuda estadounidense al régimen totalitario de Castro, ayuda abierta o disfrazada, solamente serviría para fortalecer a la dictadura de La Habana y no para aliviar en modo alguno el sufrimiento del pueblo de Cuba porque todo lo que ese sufrimiento representa es el producto del sistema comunista. Y ese sistema comunista, con ayuda estadounidense, lejos de debilitarse se fortalecería. A podría fortalecerse con apariencias de un mejoramiento de tipo "cosmético" por decirlo así.

Por otra parte, los Estados Unidos de América, como nación y como gobierno, no ganarían nada con ese acercamiento hacia Castro, porque esta inmensa nación norteamericana, que actualmente se encuentra a la cabeza del mundo con un gran poder económico, político y militar, no necesita nada del gobierno cubano. Y cuando se habla de lo que puede calificarse como el costo del perjuicio del embargo económico hay que recordar, con énfasis, que los efectos de ese embargo son muy limitados porque todo lo que la dictadura de Castro quiere del mundo en materia de producción en todos los campos industriales y comerciales, podría obtenerlo si así lo quisiera. Lo que ocurre es que esa dictadura totalitaria marxista-leninista lo que anda buscando es la ayuda financiera --que no tienen que ver nada con el embargo económico parcial existente-- de créditos en grandes instituciones internacionales del mundo.

Y se dice embargo parcial porque se debe tener presente que de los Estados Unidos de América, que es el único país que tiene restricciones económicas para el funcionamiento de la dictadura de Castro, no se prohibe el envío a la isla de artículos de primera necesidad, de medicinas y --esto es sumamente importante-- de dólares que envían por distintas vías o llevan los exiliados o residentes en los Estados Unidos alcanzando una extraordinaria cantidad de millones, que se calculan por los expertos en economía en unos ochocientos millones al año.

La existencia durante más de cuarenta años de esa tiranía totalitaria marxista leninista en el corazón del Mar Caribe, a sólo 90 millas de las costas estadounidenses, que tanto ha afectado la estabilidad política de muchos países del mundo, es un pésimo ejemplo para otros gobiernos o para otros candidatos a dictadores al estilo de Castro. Al estilo de Castro adaptándose a las circunstancias de cada momento.

Why Does the United States Want to Help the Castro Tyranny?

In the light of logic, of politics and of history it is almost impossible --not to say impossible-- to find an explanation for the efforts of certain sectors that are influential in public life in America in the sense of eliminating obstacles so that the totalitarian dictatorship of Fidel Castro may continue to impoverish the Cuban people morally and materially with its system and, as a result of all this, destroying their democratic institutions.

Any American help to the totalitarian regime of Castro, open or disguised help, would only serve to strengthen the Havana dictatorship and in no way would it lessen the suffering of the Cuban people because all that suffering is the result of the communist system. And that communist system, if it gets American help, far from weakening would become stronger. It could become stronger under some guise of "cosmetic" improvement, so to speak.

On the other hand, the United States of America, as a nation and as a government, has nothing to gain from an opening toward Castro, because this huge North American nation, that is now the world leader with vast economic, political and military power, does not need anything from the Cuban government. And when speaking about the cost of the damage done by the economic embargo it should be remembered, and we emphasize this, that the effects of that embargo are very limited because anything that the Castro dictatorship may want in industrial and commercial products from the rest of the world, it can get if it wants to. What happens is that what that totalitarian Marxist-Leninist dictatorship is seeking is financial help --that has nothing to do with the existing partial embargo-- in credits from important international financial institutions of the world.

And we say partial embargo because it should be kept in mind that the United States of America, which is the only country that has placed economic restrictions on the Castro dictatorhsip, allows that staple foods, medicines, and dollars be sent to the island. And it is important to mention that the dollars sent by the Cuban exiles or emigrés living in the United States have been estimated by economists to amount to some eight hundred million a year.

The existence for over forty years of that totalitarian Marxist-Leninist tyranny in the heart of the Caribbean, just 90 miles off the U.S. shores, which has affected the political stability of many countries around the world, is a bad example for other governments and for other aspiring Castro-style dictators. Castro-style adapting to the circumstances of their times.

Agustín Blázquez with the collaboration of Jaums Sutton

I was pleasantly surprised when I saw the July 6 Washington Post editorial titled "Castro Shows His Stripes." But after reading it, I was disappointed. It was The Post's 40-year delayed reaction.

This editorial was based on Canada's announcement in June that it is reviewing its policy of "constructive engagement" with Castro's Cuba. Canadian Prime Minister Jean Chretien was upset at Castro's increased repression and continued violation of human rights.

Maybe the delayed reaction of the Canadians, who for decades have been profiting from Castro and appeared unconcerned about the exploitation of Cuban workers and their human rights, is due to Castro's reneging on some business deals with them. Is it always a matter of money for the unscrupulous Canadians? And, of course, a grand opportunity to go against the US.

Last April 14, Canada's National Post published an article citing the case of the Ontario-based engineering company FirstKey Project Technologies, Inc. who took a $9 million loss on their investment in Cuba.

Also Sherritt International, who operates the nickel mines stolen from a US company, is not doing well in Castro's Cuba, prompting its Chairman, Ian Delaney, to finally say, "there's a limit to the rate at which you can invest in Cuba that's limited by their infrastructure."

The April 14 article said that Cuba has a long track record of trampling on foreign investors and reneging on contracts. And that Castro's "fundamental rationale is the demonization of capitalist investors. The larger issue is why Canada continues to support this regime."

But The Washington Post's recent editorial, in spite of the Canadian experience is still encouraging some business with Castro and is actively campaigning for the relaxation of the US embargo.

If Cuba's trading with the rest of the world for decades has not made a dent in the Stalinist tyrant's ways, how preposterous and arrogant to think that dealing with the US - Castro's most hated enemy - is going to do the trick!

The Financial Times of London said on June 10 that according to one recent foreign diplomatic report from Havana, "the regime has indicated that further reform will not be forthcoming." Castro himself has been screaming loud and clear for years that his regime is not going to change and that his "socialism" is not negotiable. There is no hope for a change in Cuba until Castro, his brother and his henchmen disappear from the scene.

Meantime the Cuban people continue suffering aimlessly surrounded by a parade of theories, opinions, wishful thinkers and fools who still have not gotten the picture that Castro has to go. These foreign "Cuba experts" with their business deals, blinded by their ignorance about Cuba, are affording Castro a longevity in power that otherwise - if moral principles had been applied - he would not have had.

The Washington Post, as well as other US newspapers and television, in general, has refused to listen to the reason of the people who have first hand experience living inside the monster. Of course, they are one of the most hated and maligned groups in the US: the Cuban-Americans.

Since Cubans began their exodus to the US after Castro in 1959, they kept saying that he was taking the steps toward a communist dictatorship. The Cubans were right since 1959. But Castro's friends and apologists in the US kept saying otherwise and censoring them. They were wrong then and they are still wrong now. They have not learned.

After 40 years, how many more thousands of Cubans have to die and how many millions of families have to be torn apart by a hideous tyranny because of the imposition of Castro's friends and apologists' fallacious ideas?

If they are not going to recant and admit how wrong they still are and to report the truth about what has been going on in Cuba, or are not going to help to get rid of Castro's tyranny, they should not interfere in our affairs. Give us a break. Leave us alone. Let the Cubans solve their own problems.

This ill-advised campaign by The Washington Post and others about relaxing the embargo for "humanitarian reasons" and more bogus people-to-people cultural exchanges does not work with Castro. The food and medicines donated usually do not reach the intended people and end up for sale in US dollar and tourist shops and in special hospitals for foreigners where they accept US dollars only. We have seen how Castro has converted the cultural exchanges into private parties for his cronies.

Before Castro, Cuba produced enough food for national consumption and for export. Cuba is a tropical archipelago composed 4,195 islands and keys, with extremely fertile soil capable of four crops a year. Why are Cubans unable to feed themselves since Castro took control of everything? What does the US embargo have to do with it?

Castro is not interested in solving that and other problems because he wants to keep people occupied with the daily struggle for survival so that they do not have time or energy to concentrate on overthrowing him. It is just a typical communist technique for staying in power.

Anyway, Castro rejected the Clinton Administration's January overtures of increasing people-to-people contact while seeking to encourage political and economic activity independent of the state. The Financial Times of London says, "Cuba has rejected these overtures as 'subversive.'" Castro is becoming increasingly intransigent and intolerant of any change that can put his power in danger.

Castro's Cuba was one of the few countries on the planet that condemned NATO's operation in Yugoslavia as "genocide" and urged that NATO's secretary general, Javier Solana, be tried as a "war criminal."

The Washington Post's editorial suggestion is a pathetic waist of time seemingly to extend Castro's time in power.

The moral thing is what the world did to put an end to the situation in South Africa and Haiti. Otherwise, Cubans will continue to be manipulated by the parade of "Cuba experts" with their swollen heads who obviously do not give a damn about the aimless suffering of the Cuban people.

(c) ABIP 1999

Agustín Blázquez, Producer/Director of the documentary COVERING CUBA

El Nuevo Herald, 9 de julio de 1999

Juan Tamayo, The Miami Herald

La deuda externa y el déficit comercial de Cuba establecieron récords en 1998, un año en el cual la economía cubana no creció casi nada y dejó a 11,1 millones de personas al mismo nivel que se encontraban hace 15 años.

Sólo el turismo y las remesas de dinero que envían los cubanos que viven en el extranjero, muchos de ellos en el Sur de la Florida, evitó que la economía de la isla se hundiese en un mar de déficits presupuestarios, la caída de precios de exportación y la disminución de las inversiones extranjeras.

Esa imagen nefasta de una isla que enfrentaba un "abominable" 1998 y cuyas perspectivas no eran muy alentadoras para este año, surgió de tres informes sobre la economía cubana celosamente guardados que obtuvo hace poco El Herald.

Se trata del informe oficial del Banco Central Cubano correspondiente a 1998, un estudio de las inversiones extranjeras encargado por una embajada occidental en La Habana y un boletín económico producido por la Embajada de Francia en La Habana.

Estos pintan una imagen de una nación casi totalmente dependiente de factores externos para su sobrevivencia, que se mantiene a flote gracias a grandes préstamos y a los únicos ingresos que obtiene de turistas y exilados.

"La pregunta más importante es cómo hacen para sobrevivir. Resulta inexplicable", dijo el Profesor Carmelo Mesa-Lago, un experto en economía cubana de Universidad de Pittsburgh.

Aunque es probable que el informe del Banco Central haya tratado de retratar lo mejor de Cuba , mostró una nación cuyo producto interno bruto creció un escaso 1,2 por ciento en 1998, luego de una caída del 35 al 40 por ciento al terminarse los subsidios de la Unión Soviética en 1991.

"No se ha producido una recuperación", señaló Mesa-Lago, después de estudiar el informe del Banco Central.

En la búsqueda de culpables

La introducción del informe culpa al embargo de E.U. por los problemas de Cuba, los estragos causados por una sequía y el huracán Georges el año pasado, y una "crisis financiera internacional" inexplicable.

Pero los números señalaron problemas internos: un aumento abrupto del 23 por ciento en la brecha entre exportaciones e importaciones que creó un déficit comercial récord de $2.780 millones y un incremento del 10 por ciento en las deudas en divisas fuertes, sin incluir el antiguo Bloque Soviético, a un récord histórico de $11.200 millones.

La caída de los precios mundiales del azúcar y del níquel le costó a Cuba $125 millones el año pasado, y el balance general de mercancías y servicios importados y exportados mostró una brecha de $396 millones, indicó el informe.

Las deudas internas, en gran parte debido a préstamos de bancos del estado a firmas y granjas del estado, creció el 25 por ciento en 1998, agregó el informe. También señaló que las deudas de compañía a compañía, que estaban estrangulando la economía cubana en 1996, "mostraron signos de recuperación".

Sin llegar al rojo

Los únicos números que no estuvieron en rojo fueron los ingresos provenientes del turismo, responsable primariamente del superávit de $2.200 millones en el balance de servicios, y $820 millones en transferencias recurrentes, que consisten en su mayoría de remesas de dinero de los cubanos que viven en el extranjero.

Promediando las cifras del crecimiento del PIB desde 1989 hasta 1998, dijo Mesa-Lago, Cuba registró un 3,6 por ciento negativo, el peor récord de América Latina, excepto Haití.

El informe de la embajada occidental sobre las perspectivas de inversiones extranjeras fue casi tan nefasto, señalando que los hombres de negocios se quejan de la "excesiva burocracia, los retrasos en la aprobación de inversiones, los problemas de pago y las leyes laborales restrictivas".

"También se tiene la impresión, la cual ha aumentado durante los últimos años, de que la aceptación de inversiones extranjeras por parte del gobierno es limitada, debido a consideraciones políticas e ideológicas relacionadas directamente con el deseo del líder de preservar un sistema socialista de un solo partido", agregó.

"Los inversionistas extranjeros en Cuba necesitan recordar que su socio del lado cubano será invariablemente el estado cubano, que estable leyes y políticas, y las interpreta y aplica de acuerdo con sus necesidades e intereses", concluyó el informe.

Inversiones estimadas

Se estima que el total de las inversiones extranjeras en Cuba varía entre $1.140 millones y $4.000 millones, un amplio margen generado por el rechazo del gobierno a suministrar cifras oficiales desde 1996.

El más severo de los tres informes fue el emitido en mayo por la sección comercial de la Embajada de Francia en La Habana. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba inmediatamente llamó a un diplomático francés para expresarle sus quejas sobre el tono del mismo.

El año 1998 fue "abominable" debido a que Cuba se debilitó por una "agricultura mal planificada", una base industrial "exhausta" y una "asfixia financiera", agravada por el embargo de E.U., dijo el informe.

Y este año es "un año de peligro total", agregó, debido a los problemas que enfrenta Cuba para tratar de pagar sus deudas y financiar el enorme déficit de su comercio exterior.

Cuba, concluye el informe, enfrenta ahora "una crisis de liquidez que plantea ahora una incógnita sobre su solvencia a corto plazo".

Ciego de Avila, Cuba (NPC), 3 de julio 99 .- El número de abortos

provocados a pacientes menores de 18 años creció 60 veces en esta ciudad, en

apenas un año.

De acuerdo con cifras dadas a la publicidad la pasada semana, el

hospital de esta localidad ha practicado, en los primeros cinco meses de 1999, 122

interrupciones de embarazo a gestantes adolescentes mientras que, en igual período

de 1998, la cifra fue sólo de dos.

Los crecientes niveles de irresponsabilidad, promiscuidad y

desorientación juvenil, unidos a las facilidades brindadas al efecto por el sistema de salud

cubano y la desatención de los padres, apremiados por otras urgencias

existenciales, figuran entre las principales causas de esta tendencia.

La mayoría de los dedos acusadores convergen hacia el gobierno, que

virtualmente obliga a los jóvenes a becarse para seguir sus estudios

medios y superiores, alejándolos de la familia y propiciando, con sus

carencias educativas y nulidad recreativa, las relaciones de pareja en edades tempranas.

Por otra parte, las unidades asistenciales practican el aborto con

sólo presentar un donante de sangre y sin el consentimiento de los padres. Yusimí,

una jovencita de 15 años, confesó recientemente en una entrevista, fragmentos de la

cual se publicaron -sorpresivamente- en la prensa local, que iba ya por su

segundo aborto y que prefería hacerlo a espaldas de su familia.

El embarazo en adolescentes menores de 18 años desata un grupo de

cambios hormonales y metabólicos extemporáneos que inciden negativamente

sobre el crecimiento y desarrollo ulterior de la persona. Si ese proceso se

interrumpe de manera provocada, además, las consecuencias biológicas y psicológicas

pueden hacerse irreversibles.

(c)Nueva Prensa Cubana/ Reportó desde Ciego de Avila Ramón Alberto

Cruz-Lima, de la agencia de prensa independiente Patria.

El Nuevo Herald, 12 de julio de 1999

Roberto Fabricio, El Nuevo Herald

Uno de los desertores del gobierno cubano con mayor rango y credibilidad, el ex mayor de la inteligencia Florentino Azpillaga, dice que él personalmente en una ocasión visitó una mansión de la zona de Cubanacán, al este de La Habana, que se usaba como laboratorio para desarrollar armamentos bacteriológicos.

Azpillaga, quien 12 años después de desertar todavía se encuentra bajo custodia y protección de las autoridades estadounidenses, relata que en 1985 le ordenaron entregar un paquete obtenido a través de un operativo de inteligencia cubana en Japón, a un médico que trabajaba en un laboratorio de armas bacteriológicas en Cubanacán, donde opera el llamado Polo Científico del Oeste.

En otra ocasión, dice Azpillaga, escuchó al gobernante Fidel Castro decir que Cuba emplearía armas bacteriológicas contra los Estados Unidos si se viese atacada o amenazada.

Las declaraciones de Azpillaga se produjeron como reacción a una información publicada por El Nuevo Herald el 20 de junio en las que se planteaba que el ex coronel del ejército soviético, el Dr. Ken Alibek, aseveró que a él le constaba que en Cuba se había desarrollado un programa bacteriológico con fines militares. El relato inicialmente se reveló en su libro, Biohazard, publicado el mes pasado por Random House.

(El diario The New York Times, que ha publicado varios reportajes sobre la industria soviética de armas bacteriológicas basados en las declaraciones de Alibek, publicó el domingo pasado una amplia entrevista con él que se reproduce en esta edición de El Nuevo Herald.)

Cuba calificó las declaraciones de Alibek de ``ridículas y fantasiosas'', negando rotundamente que en la Isla se produzcan armas bacteriológicas.

El portavoz de la cancillería cubana, Alejandro González, dijo, ``se trata de una historia tremebunda que han tratado de levantar''.

Pero el ex mayor de inteligencia cubano, Azpillaga, dice que las palabras de Castro que oyó sobre las armas bacteriológicas fueron precisas y concretas, y no dejaron duda alguna de cuál era la capacidad y la intención del gobierno.

``Fue un discurso privado de Fidel, de los que se hacen por cinta de casete a distintas instituciones autorizadas, ya sea inteligencia o fuerzas armadas, y en ese momento Castro hizo alusión a la guerra bacteriológica, y dijo que era una forma de exterminar al enemigo'', dice Azpillaga. ``Recuerdo perfectamente a Fidel hablando''.

Según Azpillaga, el discurso se grabó entre 1979 y 1981 y fue tan secreto que los agentes de inteligencia que lo oyeron tuvieron que firmar un documento aceptando haberlo escuchado bajo condiciones de ``secreto de estado''.

``En ese discurso Fidel habló claramente de la guerra bacteriológica y nos dijo que si fuese necesario usarla contra el imperialismo había que estar preparado'', recuerda Azpillaga. ``Hubo otros temas más, y tocó ese''.

Azpillaga dice que desde ese momento tanto él como la cúpula de inteligencia y militar de Cuba estaban convencidos de la existencia de un programa militar bacteriológico.

``Incluso, aún antes de que se construyera el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, (en 1985), ya había un grupo de especialistas cubanos militares trabajando en este sentido en una casa que estaba a unos cientos de metros de donde se construyó el centro y yo por casualidad conocí a uno de esos (médicos) militares'', dice Azpillaga.

Azpillaga conoció al médico cuando tuvo que entregarle un paquete de substancia biológica obtenida por un agente cubano de inteligencia en Tokio. Al agente se le instruyó que adquiriera un elemento componente de las investigaciones sobre guerra bacteriológica, y cuando el paquete llegó a Cuba, el ex mayor estuvo encargado de entregarlo.

En aquel momento su superior, el mayor Armando Hernández Hernández, le dijo específicamente que el paquete tenía ``un componente que se usaría en la guerra bacteriológica, y que hay que entregarlo en una casa de Cubanacán (el antiguo Country Club) donde se lleva a cabo este trabajo''.

A Azpillaga se le considera el agente de inteligencia cubana de mayor grado que haya desertado a los Estados Unidos. Dejó su puesto como jefe de la inteligencia cubana en Praga, entonces Checoslovaquia, en 1987, y en varias ocasiones ha sido declarado traidor por altos funcionarios cubanos y por los medios del gobierno. En 1989, en un operativo en Londres que según el gobierno cubano estaba compuesto por agentes de la CIA y por MI5, la inteligencia británica, Azpillaga trató de que un alto diplomático cubano desertara. En vez, el diplomático disparó, hiriendo a un agente británico.

Además de las declaraciones de Azpillaga, en los últimos días se ha conocido que en marzo de 1991 las academias de Ciencias de Cuba y de la entonces Unión Soviética firmaron un amplio acuerdo de cooperación en biotecnología y biomedicina. En un reportaje del 9 de abril de 1991, Prensa Latina, la agencia oficial de prensa de Cuba, anunciaba que el trabajo se haría en conjunto con el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba.

El Dr. Alibek ha explicado que la Academia de Ciencias de la ex Unión Soviética y sus programas de biotecnología y de genética biológica eran completamente dependientes y estaban al servicio del directorio que controlaba el Ministerio de Salud y Microbiología, que desarrollaba las armas bacteriológicas de los soviéticos.

Por otra parte, Steve Vermillion, jefe de personal de la oficina del Congresista Lincoln Díaz-Balart, dice que hay un creciente número de miembros del Congreso que ha expresado interés en llevar a cabo una vista con el propósito de que haya una investigación congresional sobre el tema de armas bacteriológicas en Cuba.

``Hay mucha información clasificada que tienen en inteligencia y en defensa sobre este tema, y lo importante es que esto se difunda para que la opinión pública (y el presidente) tengan una conciencia de si Castro tiene estas armas y si tiene la personalidad y la disposición de usarlas''.

Díaz-Balart dijo que él piensa que habría una vista congresional sobre el tema del tráfico de drogas cubano, antes de que se abordara el tema de las armas bacteriológicas en el Congreso.

El Nuevo Herald, 12 de julio de 1999

Tim Johnson / The Miami Herald

BOGOTA, Colombia

Se está suscitando una reacción negativa contra el presidente Andrés Pastrana por no combatir con más efectividad el movimiento guerrillero, mientras él se prepara para iniciar conversaciones de paz.

La indignación pública contra Pastrana se intensificó durante el fin de semana, con una enérgica y brutal ofensiva por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

``Pastrana está entregando el país'', dijo al Herald Leonel Augusto García, alcalde de la aldea de Gutiérrez, que está escasamente a una milla de distancia de donde tuvo lugar una sangrienta masacre el jueves, en la que los rebeldes mataron a 38 soldados.

Las autoridades dijeron que en ataques ocurridos durante el fin de semana, los rebeldes detuvieron el tráfico en una autopista importante y dispararon contra postas militares o de la policía, matando a cinco oficiales y soldados e hiriendo a otros 10. El sábado, Pastrana impuso un toque de queda de 6 p.m. a 6 a.m., parcial o totalmente en 10 estados, en los que no está incluido Bogotá. El toque de queda estará vigente por tiempo indefinido. En la tarde del sábado, las autoridades dijeron que habían frustrado los ataques rebeldes.

``El número de bajas de las guerrillas en los dos días recientes ha sido muy elevado, probablemente más de 200'', afirmó el ministro de defensa Luis F. Ramírez.

Aparentemente, la meta de la ofensiva rebelde era dar bandera alta al FARC en las conversaciones de paz que se supone comiencen en Uribe, 100 millas al sur de Bogotá, el 20 de julio.

Desde que Pastrana asumió la presidencia hace casi un año, se ha esforzado por lograr un diálogo de paz con las FARC, un movimiento insurgente que existe hace 35 años y tiene entre 15,000 y 17,000 combatientes bien armados. Pastrana incluso se ha reunido dos veces en la selva con el legendario dirigente del movimiento, Manuel ``Tiro Fijo'' Marulanda. Las conversaciones sin plazo fijo que comienzan la semana que viene son en parte resultado de lo que sus ayudantes dicen es la buena ``corriente personal'' que existe entre Pastrana y Marulanda.

Pero algunos expertos opinan que la atmósfera actual, cada vez más cargada de veneno, podría obstaculizar el propósito de paz de Pastrana. El pueblo colombiano ha ido expresando más y más dudas en cuanto a ceder demasiado en pos de la paz ante el FARC, un movimiento que cuenta con mucho más poderío militar que respaldo popular.

Un encuesta realizada entre 550 colombianos, publicada el domingo en el periódico El Espectador, revela que 70 por ciento de los encuestados consideran a las FARC un grupo terrorista, y que 89 por ciento cree que es un movimiento que lucha por sus propios fines y no por el pueblo colombiano.

Hay una larga lista de figuras públicas, desde prelados católicos hasta dirigentes sindicales, protestando por el modo en que se está desarrollando la cuestión del diálogo de paz.

En un inusual arranque público, el ex presidente Alfonso López Michelsen captó la frustración pública durante un forum en Medellín el pasado jueves.

"Lo que tenemos aquí son bandas de terroristas sin ninguna organización, sin un territorio propio, que atacan ciudades por la noche, disparando o matando a la gente, plantando minas por todo el territorio nacional y secuestrando en las ciudades para conseguir financiarse", dijo López Michelsen.

"Yo les pregunto si lo que estamos enfrentando es una guerra civil o una banda de terroristas... que han obtenido reconocimiento.... sin merecerlo".

La lista de personas que han censurado el proceso de paz incluye a Luis Eduardo Garzón, el respetado presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, quien dijo que teme que los negociadores no están considerando las opiniones de los 40 millones de colombianos.

El presidente de Perú, Alberto Fujimori, reiterando su preocupación por los sucesos en Colombia, dijo el domingo a la cadena de televisión Caracol que si Colombia permite que las FARC se fortalezcan, la estabilidad de Sudamérica se verá amenazada.

"Si este proceso de avances en el terrorismo continúa, constituirá -no tengo la menor duda- una amenaza para el continente", dijo Fujimori.

El Mundo, España, 19 de julio de 1999

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) han provocado el aplazamiento hasta el día 30, como mínimo, de las negociaciones de paz con el Gobierno de Colombia, que debían iniciarse hoy. Los guerrilleros no parecen querer que una comisión internacional supervise la situación en la zona selvática meridional cuyo control les había cedido el Gobierno como gesto para iniciar las conversaciones. Oficialmente, no ha habido consenso sobre la composición de ese órgano supervisor de lo que sucede en esos 42.000 kilómetros cuadrados donde ya no existe más autoridad que la de las FARC.

Parecen existir dos conceptos muy diferentes de esa cesión territorial y del propio proceso negociador. Para el Gobierno del presidente Pastrana, la zona cedida es un área de distensión; para las FARC, terreno conquistado e innegociable. Se han producido ya acusaciones de atrocidades contra la población civil por parte de los guerrilleros. En Bogotá se habla de unos 100 asesinatos. Por otra parte, éstos desencadenaron la semana pasada una gran ofensiva armada en diferentes lugares del país, que provocó 360 muertes en ambos bandos. El golpe de efecto y una posible posición de fuerza ante el inicio de las negociaciones parecían ser los principales objetivos de las FARC en esos casos. La ofensiva no dio al fin los resultados apetecidos, lo cual quizá también ha influido en este último portazo al proceso de paz.

Es urgente, si el líder guerrillero Manuel Marulanda Tirofijo tiene de verdad la intención de cumplir con el programa acordado en mayo con Pastrana, que una comisión internacional creíble y respetada asegure la normalidad en el sur del país y que se deje de jugar con vidas humanas en aras de ventajas políticas. Sin esas premisas, en efecto, no se construirá la paz.

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