Destaque Internacional - Año XIV - No. 365 - 17 de septiembre de 2012. Editorial interactivo. Responsable: Javier González. Son bienvenidas sugerencias, opiniones y críticas. E-mail: destaque2016@gmail.com El presente texto puede difundirse libremente, inclusive sin citar la fuente.

Elecciones presidenciales: América latina dentro de Estados Unidos

Si bien la mayoría de los votantes hispanos se interesa más por problemas económicos y de inmigración, una minoría activa considera relevante el tema de la política externa estadounidense con relación a América Latina, y continúa pensando que la política de Obama hacia esta región ha sido un desastre para la causa de la libertad

1. "En las próximas elecciones, los votantes latinos tienen el poder de ejercer más influencia, de ser el factor decisivo en mayor número de contiendas políticas y de emitir más votos que nunca antes" acaba de señalar Javier Palomarez, presidente y director ejecutivo de la Cámara de Comercio Hispana de Estados Unidos. Esa afirmación está lejos de constituir una exageración si se considera que en los Estados Unidos, de un total de 308,7 millones de habitantes, 50,5 millones son de origen hispano o "latino", representando el 16% de la población. El número de votantes hispanos registrados para las próximas elecciones es de 14 millones y representa el 11% de los electores. De ese 11% de electores hispanos, el 57% se inclina por la fórmula demócrata, encabezada por Barack Obama; el 28% prefiere la fórmula republicana, encabezada por Mitt Romney; y el 15% se mantiene indeciso, según encuesta realizada por los canales Telemundo y NBC.

2. Son tres los Estados en los cuales la presencia hispana es especialmente decisiva: Florida, Nevada y Colorado. Y por el hecho de que hasta el momento no existe una diferencia sustancial de potenciales votantes del candidato demócrata y del candidato republicano, esos votantes hispanos constituyen una minoría que puede ser especialmente decisiva en el resultado electoral.

3. Otra constatación que dentro de un cuadro disputado no puede ser subestimada: si bien la mayoría de los votantes hispanos se interesa más por los problemas económicos y de inmigración, una minoría bastante activa considera relevante el tema de la política externa estadounidense con relación a América Latina, y continúa pensando que la política de Obama hacia esta región ha sido un desastre para la causa de la libertad. De esa minoría más ideologizada de hispanos, que se opone a la política de concesiones de Obama hacia Chávez y los Castro, puede depender entonces el resultado electoral en el caso de que, como se dijo, las intenciones de voto continúan parejas entre ambos candidatos presidenciales.

4. Aquí entra de lleno el papel de ciudadanos estadounidenses de origen cubano, venezolano, colombiano, argentino, ecuatoriano, hondureño, salvadoreño, nicaragüense, etc., que de una u otra manera sufrieron o sufren, directa o indirectamente, los efectos de los flagelos chavista y castrista en sus respectivos países.

5. Las consideraciones anteriores, respecto de la influencia decisiva de la minoría de hispanos más politizada, no constituyen un mero cálculo en el aire, sino que tienen fundamento en la realidad, especialmente, en lo que se refiere al Estado de la Florida. Y la actual preocupación del equipo del presidente y candidato Obama se justifica por el historial decisivo que la Florida ha tenido en varias elecciones.

6. En el año 2000, pocos meses antes de las elecciones presidenciales, el presidente Clinton envió de vuelta a Cuba, siguiendo su política exterior concesiva, al balserito Elián González. Los Estados Unidos se estremecieron con la brutalidad del gesto presidencial, y el epicentro de ese estremecimiento fue la Florida, donde reside más de un millón de cubanoamericanos. Las elecciones nacionales realizadas poco después se definieron precisamente en la Florida. El candidato demócrata, Al Gore, perdió por unas pocas centenas de votos de diferencia, obtenidos en distritos cubanoamericanos, ante el entonces candidato George Bush, quien obtuvo de esa manera su primer mandato. El propio Clinton reconoció que el caso del balserito Elián González fue decisivo para esa derrota demócrata. En 2004, para el resultado de las elecciones presidenciales que favorecieron al candidato republicano, fue decisivo el Estado de la Florida, aunque en esa ocasión la diferencia en su favor fue bastante más holgada, con un margen de 381 mil votos. En estas elecciones de 2012, los obamistas reconocen que la Florida una vez más será decisiva.

7. En estas elecciones presidenciales no solamente están en juego los debates sobre la economía y la inmigración, cuya importancia obviamente no se desmerece, sino que también existen temas ideológicos subyacentes que preocupan a un sector del electorado más reducido, pero influyente. Esa minoría percibe la importancia de que los Estados Unidos tengan una política externa articulada con relación a América latina: frenar a las izquierdas regionales, porque de ello depende en buena medida el futuro de los propios Estados Unidos. En ese sentido, la comunidad cubanoamericana de la Florida tiene, nuevamente, una enorme responsabilidad histórica delante de los Estados Unidos, de Cuba y de América Latina. Responsabilidad histórica hoy compartida por las comunidades de otros países recién nombrados, que han sufrido y sufren en manos de gobernantes de izquierda.

8. Esos cubanoamericanos y "latinos", votantes de la Florida y de otros Estados con fuertes contingentes hispanos, tienen que hacer todos los esfuerzos electorales que estén en sus manos para evitar una victoria de Obama. Ello constituirá una ayuda decisiva al país que los acogió; y, en el caso de los cubanoamericanos, se trata también de una obligación moral con relación a la causa de la libertad de Cuba.

9. Las próximas elecciones presidenciales estadounidenses contienen una paradoja en lo que dice respecto a los votantes de origen hispanoamericano. Durante décadas, los sucesivos candidatos presidenciales estadounidenses, y los respectivos gobiernos de todas las tendencias, salvadas honrosas excepciones, ignoraron a América latina. De repente, los actuales candidatos presidenciales abren sus ojos y perciben que el continente ignorado entró en los propios Estados Unidos. Y lo hizo de una manera tal, que los votantes de origen latino pueden tener ese papel electoral decisivo.

10. No solamente el futuro de los Estados Unidos, sino el de las Américas, pasa entonces a depender, en buena medida, de los votantes de origen hispano y hacia dónde éstos inclinen la balanza de esa gran nación. Finalmente, es interesante preguntarse en qué medida determinados temas religiosos y morales levantados por los activos movimientos "pro-life", que están suscitando interesantes debates en sectores del público de los Estados Unidos, podrán también influir en la votación de ese contingente hispano-latino de los Estados Unidos.

Editorial anterior sobre el tema:

Estados Unidos: elecciones presidenciales, América Latina y Cuba

http://www.cubdest.org/1206/c1209eeuucu.html

(El ejemplo más desastroso de la apuesta obamista en pro de los seudo "moderados" fue el apoyo de Obama al entonces presidente Lula, del Brasil, a quien llegó a elogiar como un modelo de aliado confiable)