Destaque Internacional - Año XIV - No. 349 - Madrid - San José de Costa Rica - Santiago. Domingo 24 de junio de 2012. Editorial interactivo. Son bienvenidas las sugerencias, opiniones y críticas. Puede difundirse libremente, inclusive, sin citar la fuente.

Paraguay-Cuba: dos pesos y dos medidas

Los gobiernos de izquierda, radicales y moderados, al mismo tiempo que presionan al Paraguay, abren a Cuba comunista las puertas de los máximos organismos regionales, como la OEA, el Mercosur y la Unasur

1. El Poder Legislativo del Paraguay destituyó al izquierdista presidente Lugo en una rápida y casi unánime votación en la Cámara de Diputados y en el Senado. 76 diputados, de un total de 80, y 39 senadures, de un total de 45, votaron en favor de la destitución. Los legisladores paraguayos alegan que se basaron estrictamente en la Constitución, la cual permitiría procesos rápidos de destitución. Los gobiernos más radicalmente izquierdistas y antidemocráticos de la región, Venezuela, Bolivia y Ecuador, comenzaron a rasgar sus vestiduras y hablan de golpe. Gobiernos de izquierda más moderada estudian la posibilidad de suspender al Paraguay de organismos regionales como el Mercosur y la Unasur, alegando que se habrían violado las denominadas "cláusulas democráticas" que constan en los estatutos de ambas entidades internacionales, de las cuales Paraguay es miembro.

2. Lo concreto es que tanto los gobiernos de izquierda radical, como los gobiernos de izquierda moderada, al mismo tiempo que ahora comienzan a presionar al Paraguay, abren a Cuba comunista las puertas de los máximos organismos regionales, como la OEA, el Mercosur y la Unasur. El "eje" de gobernantes de izquierda, radicales y moderados, abren puertas, brazos y cofres a los dictadores comunistas a pesar de que en Cuba se violan desde hace más de medio siglo todos y cada uno de los principios democráticos que hoy se alegan para condenar la compleja situación política paraguaya.

El gobierno brasileño, por ejemplo, que trata de justificar su silencio con relación a la violación de derechos humanos en Cuba comunista, alegando el principio de la no intervención en los asuntos internos de los Estados, en la hora de presionar a Paraguay parece olvidarse de ese mismo principio de no intervención.

De esa manera, en relación a Paraguay y a Cuba se usan dos pesos y dos medidas.

3. La reciente visita a América Latina del presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, pasó a un segundo plano por la crisis institucional en Paraguay, pero no consiguió disminur la importancia intrínseca de esa gira, la segunda en seis meses.

4. En Venezuela, Ahmadinejad fortaleció los vínculos económicos y estratégicos con el gobierno de Chávez, que incluyen la fabricación de equipos militares para el ejército venezolano y la colaboración en el plano de la energía nuclear.

5. En Bolivia, el presidente iraní también estrechó lazos militares con el gobierno del izquierdista Evo Morales, incluyendo el área de la inteligencia militar; estableció acuerdos para la explotación de los ricos yacimientos de uranio de esa nación andina; y fortaleció el "eje" antinorteamericano en el continente.

6. Tanto en Venezuela como en Bolivia, dirigentes opositores, personalidades de la sociedad civil y especialistas alertaron sobre el peligro que representa esa alianza con Irán para las soberanías de los respectivos países. También quedó claro el objetivo de fortalecer a las Fuerzas Armadas en la medida en que se vayan transformando en factores potencialmente revolucionarios y de soporte para la continuidad de regímenes izquierdistas.

7. En Uruguay, en el mismo sentido, tuvieron amplia repercusión las declaraciones de la senadora Lucía Topolansky, esposa del presidente José Mujica, ambos ex guerrilleros tupamaros, manifestando su objetivo de "hacer un trabajo en las cabezas" de los miembros de las Fuerzas Armadas uruguayas, para ponerlos del lado del Frente Amplio y asegurar la continuidad del proyecto hegemónico de la izquierda uruguaya. La senadora Topolansky, pasando por encima de preceptos constitucionales que determinan la neutralidad política de los militares en actividad, llegó a establecer una meta para la primera etapa de la infiltración ideológica en las Fuerzas Armadas uruguayas: contar con "un tercio de la oficialidad" y con "la mitad de la tropa".

8. El plan Ahmadinejad y el plan Topolansky parecen coincidir, cada uno a su manera y en sus respectivos ámbitos de influencia, en un mismo objetivo de captación de las Fuerzas Armadas para eventuales aventuras revolucionarias. Para alcanzar ese objetivo hegemónico, se deberá obtener una consecuente desconstrucción de principios y mentalidades de los miembros de las Fuerzas Armadas que aún puedan ofrecer resistencia a esas aventuras.

9. Delante de ambos planes impulsados por el presidente Ahmadinejad y por la senadora Topolansky, ninguno de los gobernantes regionales ha hecho la menor advertencia o ha manifestado la menor señal de inquietud. Son los mismos gobernantes que hoy ponen el grito en el cielo por la crisis institucional paraguaya, alegan cláusulas democráticas establecidas en pactos continentales y amenazan expulsar al Paraguay de los organismos regionales. Son los mismos gobernantes que invocan el principio de no intervención en los asuntos internos de otros países para hacer silencio sobre los crímenes del comunismo cubano, abrir los brazos a los dictadores Castro y abrir las puertas al régimen de La Habana en los más importantes organismos continentales, mientras preparan la expulsión del Paraguay.

Son dos pesos y dos medidas injustos, arbitrarios e inaceptables.