Destaque Internacional - Informes de Coyuntura - Año XI - No. 236 - San José de Costa Rica - 27 de enero de 2008 - Responsable: Javier González.-

Elecciones paraguayas: obispo Lugo, "socialismo del siglo XXI" y camaleonismo

La ambigüedad, y no la radicalidad, es el instrumento más preocupante del candidato presidencial de la "Alianza para el Cambio", porque tiene el potencial de engañar a mucha gente en un país donde el socialismo, visto en su verdadero rostro, sin maquillajes, causa horror

1. Monseñor Fernando Lugo, 56 años, ex obispo católico de la diócesis de San Pedro, al norte del Paraguay, suspendido a divinis por el Vaticano, entusiasta de la teología de la liberación, cuyos seguidores lo llaman el "obispo de los pobres", está siendo presentado como uno de los candidatos con más chances de ser electo presidente del Paraguay, el 20 de abril próximo.

2. La candidatura de monseñor Lugo, ahora al frente de la denominada "Alianza Patriótica para el Cambio" (APC), viene siendo preparada en Paraguay desde hace bastante tiempo, a través de cuidadosas estrategias de "marketing político" alentadas por medios de comunicación de izquierda, por organizaciones no gubernamentales (ONGs) y por comunidades de base ligadas a la teología de la liberación. De manera paradojal e inesperada, monseñor Lugo se vio favorecido con el apoyo del centrista Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), la segunda fuerza política opositora de ese país, que dio su aval al obispo a cambio de que el PLRA nombrase el candidato a vicepresidente.

3. En materia política, social y económica predomina en el Paraguay una mentalidad conservadora atávica. Por ello, en el caso de una victoria presidencial de monseñor Lugo, se daria la paradoja de un país conservador que elegiría un sorprendente obispo-presidente, postulador de un indefinido "socialismo del siglo XXI", por medio de jugadas de marketing político y de complicidades de líderes conservadores que colocan intereses personales por encima de los intereses de la nación.

4. El principal instrumento del obispo-candidato es el camaleonismo político, que usa y abusa de la ambigüedad, evitando afirmaciones categóricas sobre el fondo de su pensamiento, con el objetivo de obtener sin sobresaltos un desmontaje gradual de las instituciones políticas, sociales y económicas del Paraguay, y deslizar el país hacia la izquierda. Por ejemplo, Lugo enaltece el "socialismo del siglo XXI" pero recurre a todos los eufemismos posibles e imaginables para evitar una definición sobre lo que entiende por ese "socialismo". Elogia a los presidentes Chávez, de Venezuela, Correa, de Ecuador y Morales, de Bolivia, por su alegada "valentía de hacer rupturas históricas" pero, al mismo tiempo, dice que la "vía paraguaya" hacia el "socialismo del siglo XXI" tendrá caminos propios, sin sobresaltos. Defiende la realización de una reforma agraria, pero tranquiliza a sus interlocutores prometiendo que ésta no deberá ser "ni traumática ni violenta".

5. Como ya se dijo, la ambigüedad camaleónica, no la radicalidad, parece ser el instrumento más preocupante de monseñor Lugo, porque tiene el potencial de engañar a mucha gente en un país donde el socialismo, visto en su verdadero rostro, sin maquillajes, causa horror.

6. En la candidatura de monseñor Fernando Lugo subyace otro potencial elemento conflictivo. Él renunció al oficio activo de obispo de San Pedro el 25 de diciembre de 2006, mediante una carta enviada al Vaticano, que lo suspendió a divinis. No obstante, el referido candidato continúa siendo eclesiástico. Monseñor Ignacio Gogorza, presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya, sostuvo que Lugo "no puede renunciar porque una persona de su condición eclesiástica es obispo por toda la vida aunque no esté en funciones y, por tanto, no puede realizar política partidaria". De hecho, el artículo 235 de la Constitución paraguaya prohíbe que "los ministros de cualquier religión o culto" se postulen a la presidencia. Los partidarios del obispo-candidato ya advirtieron que podría estallar la violencia en el país en el caso de que la Justicia Electoral impugne la candidatura del ex obispo de San Pedro.

7. Otros candidatos a la presidencia son la ex ministra de Educación Blanca Ovelar, apoyada por el gobernante Partido Colorado, el general retirado Lino Oviedo, líder de la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (UNIACE) y Pedro Fadul, del Partido Patria Querida (PPQ).

8. No se ha pretendido abarcar toda la compleja realidad del Paraguay en tan pocas líneas, y menos aún analizar las causas que determinaron que se llegase a la actual encrucijada, algo que sin duda corresponde en primer lugar a los propios paraguayos. En esta ocasión se ha preferido abordar el tema de una candidatura que, al menos vista desde el exterior, es la que más preocupa.

9. El Paraguay, con sus seis millones de habitantes, geográficamente situado en una encrucijada de América del Sur, se encuentra sobre todo en una encrucijada política cuyo desenlace podrá tener reflejos importantes en toda la región. Si la lucidez política y los legítimos intereses nacionales llegan a prevalecer en las próximas elecciones presidenciales del 20 de abril, por encima de los intereses políticos particulares y del camaleonismo político, el Paraguay habrá dado una importante contribución para enderezar los rumbos del resto del continente.

 

 

 

 

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