Destaque Internacional - Informes de Coyuntura - Año IX - No. 203 - San José de Costa Rica - 9 de diciembre de 2006 - Responsable: Javier González.-

Venezuela: Chávez y el socialismo "sincrético"

Se trata de una mezcla contradictoria y ambigua de religión, de anarquismo, de indigenismo, de estrategias pósgramscianas del Foro Social Mundial (FSM) y de comunismo

1. El presidente reelecto de Venezuela, Hugo Chávez, en su primer discurso después de anunciados los resultados electorales del 3 de diciembre pp., estableció la meta de su nuevo mandato al tiempo que dejó entrever los obstáculos que deberá enfrentar para alcanzarla. La meta de Chávez será la "profundización" de la "vía venezolana hacia el socialismo", y ésta se justificaría, según el presidente venezolano, por el hecho de que Venezuela sería compactamente "roja, rojita".

No obstante, a continuación, sugirió en tono cauteloso y conciliador que "nadie le tenga miedo al socialismo", porque "el socialismo es humano, el socialismo es amor". Si Venezuela fuera totalmente "roja, rojita" como el presidente reelecto se encargó de proclamar, ningún venezolano debería temer al socialismo y el presidente no habría tenido necesidad de tranquilizar a los venezolanos alegando el supuesto lado "humano" y de "amor" del socialismo. En realidad, es otra la verdad histórica sobre las alegadas "bondades" del socialismo, y para ello basta mirar hacia Cuba comunista, tan admirada por Chávez.

2. El presidente venezolano está usando una demagógica y multimillonaria política asistencialista, valiéndose de los gigantescos recursos petrolíferos del Estado venezolano. Lo anterior, sumado mecanismos de control de los medios de prensa que le permitieron tener una exposición televisiva 20 veces mayor que el candidato derrotado en las últimas elecciones, le ha permitido arrastrar a una parte considerable de los extractos más humildes. Pero ni siquiera esto sería posible si Chávez manifestara abiertamente una meta comunista.

Por ello, el presidente venezolano ha recurrido a un socialismo "sincrético", lleno de ambigüedades y de elementos contradictorios que incluyen desde invocaciones a Jesucristo, a la Virgen de Chiquinquirá y a San Miguel Arcángel; pasando por su apología del indigenismo y de la teología de la liberación, con sus consecuentes afirmaciones de que el "reino de Dios" se identificaría con el socialismo; mezclando ingredientes pósgramscianos y de las teorías del caos, tomados del Foro Social Mundial (FSM); y condimentando lo anterior con elogios estridentes al sanguinario dictador Castro y a la revolución cubana.

3. El socialismo "sincrético" chavista deja atrás el racionalismo exacerbado que caracterizó al socialismo llamado "científico" y que se desplomó como categoría de pensamiento junto con el derrumbe de la Cortina de Hierro. Se vive una época histórica marcada, cada vez más, por lo que se ha denominado "pensamiento débil", que deja de lado las relaciones de causa y efecto, así como la propia lógica. En este contexto, la fórmula chavista de socialismo "sincrético" ha demostrado una capacidad de arrastre que no puede subestimarse, en Venezuela y en otros países como Bolivia, Ecuador y Nicaragua, donde candidatos que aplicaron las mismas estrategias "sincréticas" llegaron al poder por medio del sufragio.

4. No obstante lo anterior, Chávez, aún cuando sea presentado como el sucesor de Fidel Castro, no es el elemento más importante del panorama. El propio presidente venezolano no es más que un instrumento al servicio de ese socialismo "sincrético" que, como ya se dijo, constituye una mezcla contradictoria y ambigua de religión, de anarquismo, de indigenismo, de estrategias posgramscianas del Foro Social Mundial (FSM) y de comunismo Se encargó de aclararlo, por ocasión del último Foro Social Mundial realizado en Caracas de 2006, el teórico anarquista norteamericano Michael Hardt, quien junto con el italiano Toni Negri escribió la obra "Imperio", libro de cabecera de las nuevas generaciones revolucionarias.

5. Hardt ha mostrado un enorme interés en los experimentos de des-organización social, con características autogestionarias y anárquicas, casi se diría de pequeñas tribus urbanas, que se desarrollan en las poblaciones periféricas de Caracas. El mencionado teórico anarquista explicó, en ese sentido, que "Chávez es algo que se conoce, un enemigo de los norteamericanos, como Castro o los sandinistas" y que, por su visibilidad, acabará desgastándose de la misma manera como se desgasta un pugilista a medida que recibe golpes. En cambio, explica Hardt, los nuevos movimientos autogestionarios, como los de las periferias de Caracas, tendrían la ventaja de ser como "virus incontrolables", "difíciles de ser identificados" y capaces de "pasar a través de las fronteras". Con lo cual pasarían a ser las grandes armas "antiimperialistas", más que Chávez, Morales, Ortega y Lula.

6. Difícilmente se comprenderán las complejidades del actual panorama latinoamericano, así como recientes fenómenos de manipulación de sectores hispanos de los Estados Unidos, si no se toman en consideración las nuevas estrategias revolucionarias "sincréticas", con su estrategia de expansión de "virus" difíciles de ser identificados y neutralizados, en curso en Venezuela y en otros países de la región.

Nota: Respecto del tema del socialismo "sincrético", se recomienda la lectura del Informe Exclusivo "Foro Social Mundial de Caracas: ‘tomografía’ de las izquierdas" (Destaque Internacional, 2006, disponible en español y en portugués).