Destaque Internacional - Informes de Coyuntura - Año VII - No. 166 - Buenos Aires / Madrid - Abril 28, 2005 - Responsable: Javier González.-

Benedicto 16, América Latina y las Izquierdas

El continente latinoamericano continúa siendo el reducto de la llamada "izquierda católica" y de su reciente engendro, el Foro Social Mundial, lo que explica la creciente expectativa sobre cómo Benedicto 16 podrá abordar ese punto neurálgico

América Latina, por tener el mayor número de católicos, es un continente de esperanza para la Iglesia. No obstante, causa preocupación que continúe siendo el reducto de la llamada "izquierda católica" y de su mentora, la teología de la liberación. La "izquierda católica", después de promover revoluciones en el continente y de causar estragos en el rebaño católico en las décadas del 70 al 90, parecía haber perdido fuerza y algunos vaticinaron su extinción. Pero ha resurgido, contribuyendo a crear un nuevo engendro, el Foro Social Mundial (FSM), una enorme red de movimientos revolucionarios.

En torno del FSM se articulan gobiernos de izquierda radical como los encabezados por el presidente Hugo Chávez, de Venezuela, y por el dictador comunista de Cuba, Fidel Castro; movimientos indigenistas que vienen desestabilizando países como Ecuador, Perú, y Bolivia; y otros gobiernos de izquierda aparentemente moderada, como los de Brasil y Uruguay, que dan prioridad a las estrategias pós-gramscianas de "diversidad" revolucionaria, germinadas en el FSM, para efectuar el trasbordo indolor e inadvertido de las mentalidades. En México, el populista Manuel López Obrador, apoyado por las izquierdas y alentado por encuestas que le dan cierto favoritismo, pretende disputar las elecciones presidenciales de 2006.

Destaque Internacional ha abordado en numerosos editoriales estos problemas, en los cuales se interpenetran aspectos políticos, sociales, económicos y religiosos. A ellos remitimos al lector interesado. Existen sin duda otros problemas que podrían añadirse, todo lo cual constituye un desafío no pequeño para el nuevo Pontífice, Benedicto 16, sobre cuyos hombros pesa y de cuyos labios depende, en un sentido ponderable, el futuro del continente.

Es comprensible, entonces, que en América Latina exista expectativa sobre cómo Benedicto 16 irá a abordar esos puntos neurálgicos que afectan la realidad continental.

Para el próximo 20 de mayo, en La Habana, un grupo de pacíficos opositores cubanos, liderados por la ex presa política Martha Beatriz Roque, ha convocado una asamblea de la sociedad civil con el objetivo de incentivar el establecimiento en Cuba de una auténtica democracia. El interés que ese acontecimiento pacífico está creando en la comunidad internacional, ha colocado al régimen de La Habana en una situación que le resulta difícil simplemente reprimir y encarcelar a ese puñado de opositores. Sin embargo, a medida que se acerca el 20 de mayo, la tensión va creciendo y todo puede ocurrir en La Habana. En este sentido, Cuba podrá constituir un test decisivo para el nuevo Pontífice y para la diplomacia vaticana.