Oct. 11, 2002: Diario Las Américas, Miami (FL)

Ironías del neo-Lula nada responden y confirman aprensiones sobre alianza con Castro y Chávez

por Armando F. Valladares

El martes 8 de octubre pp., durante un programa televisivo de mucha audiencia en Brasil, el periodista Boris Casoy preguntó al candidato izquierdista Sr. Lula da Silva su opinión sobre un tema que, "a toda hora", está siendo abordado por la prensa nacional e internacional: el "eje" Castro-Chávez-Lula. El Sr. Lula, visiblemente tenso y con una risa forzada, respondió que esa denuncia no pasaba de "una broma de mal gusto"; instó al periodista a "no repetir" más esa versión en la televisión; negó, contra todas las evidencias, que la prensa internacional hubiera dado notoriedad a dicha denuncia; dijo que todo se reducía a un artículo escrito por "un periodista que debe ser un gran embustero (‘picareta’)", publicado "sólo en un diario de Miami"; y negó cualquier vínculo con las narco-guerrillas colombianas.

Lula, con su ironía y con su rapto de malhumor -que lo hizo salir momentáneamente del libreto "Lulita paz y amor"- nada respondió, porque las ironías nunca sirvieron como argumentos válidos. Esa falta de una respuesta convincente sirvió para confirmar mis aprensiones, manifestadas en reciente artículo y compartidas por tantos brasileños e iberoamericanos, de que, por detrás de la súbita metamorfosis del neo-Lula, continúa el mismo radicalismo revolucionario del Lula de siempre ("Neo-Lula, sugestión colectiva y cubanización", DIARIO LAS AMÉRICAS, Miami, Sept. 25, 2002).

Ante millones de brasileños, el candidato izquierdista dejó pasar la oportunidad de responder seriamente sobre su alianza con el dictador comunista Fidel Castro, con Chávez y con los narco-guerrilleros colombianos establecida en el Foro de São Paulo, una coalición de partidos y entidades revolucionarias fundadas por Lula y Castro en 1990 para rearticular a las izquierdas latinoamericanas, después de la humillante desintegración del imperio soviético. Mucho peor que una "broma de mal gusto", esa alianza es una triste y peligrosa realidad que se nos quiere hacer pasar de contrabando, que ha sido denunciada por académicos como el profesor Constantine Menges, del Hudson Institute, y que valió una reciente y aprensiva carta de 13 congresistas norteamericanos al presidente Bush.

Lula perdió también la ocasión de confirmar o desmentir su escandaloso apoyo al castro-comunismo, efectuado en diciembre de 2001 en La Habana, durante la 10o. reunión del Foro de São Paulo, cuando, mirando a los ojos del dictador Castro, delante de dos jefes narco-guerrilleros colombianos de las FARC y del ELN, y de centenas de dirigentes comunistas del continente, confesó: "A pesar de que su rostro ya está marcado por arrugas, Fidel, su alma continúa limpia porque Vd. nunca traicionó los intereses de su pueblo"; "gracias, Fidel, gracias porque Vds. continúan existiendo". Como acaba de anunciar el periódico O Estado de S. Paulo, asesores de Lula están gestionando la transferencia de la eventual toma de posesión del Sr. Lula como nuevo presidente de Brasil, del 1o. de enero para el 6 de enero, de manera a facilitar la asistencia del sanguinario dictador Castro, que sería transformado en la estrella del acto.

El neo-Lula, para tener credibilidad, debería dejar de lado las ironías y el malhumor, y desmentir o confirmar declaraciones y hechos comprometedores, de público conocimiento. Estoy dispuesto a debatir con él sobre estos asuntos; en particular, sobre el sistema comunista que oprime a mi querida Patria y que en él despierta tanta admiración.

Busqué en el conceptuado Diccionario Aurelio, de la lengua portuguesa, el significado de la palabra "picareta": "Persona que se vale de artimañas o embustes para obtener beneficios". A ese respecto, me permito decir que tuve la suficiente honestidad para dedicar buena parte de mi artículo del 25 de septiembre pp., a citar textos que muestran la realidad por detrás del abundante maquillaje publicitario que protege al neo-Lula. Mientras éste no pruebe que los documentos por mí citados son "embustes", la acusación de "picareta" no puede sino recaer sobre el acusador.

A propósito de mi anterior artículo, he recibido centenas de e-mails de hermanos brasileños, venezolanos, cubanos e iberoamericanos que concuerdan enfáticamente con las aprensiones allí manifestadas. Pero también he recibido no pocos e-mails de seguidores del Sr. Lula y de admiradores del dictador Castro que, a falta de argumentos, profieren los más soeces insultos y las más brutales amenazas contra mi persona. Insultos y amenazas que no lograrán intimidar a un ex preso político cubano que consiguió sobrevivir durante 22 años a las peores torturas de las mazmorras castristas, junto con un grupo de presos políticos físicamente indefensos, pero espiritualmente blindados con la fe en Dios. Presos políticos que vieron su fe fortalecida y confirmada al oír los gritos de sus hermanos que, antes de ser fusilados en el "paredón" castrista, proclamaban "¡Viva Cristo Rey! ¡Abajo el comunismo!" No en vano la sangre de mártires, desde los primeros siglos del cristianismo, es semilla de nuevos cristianos.

Tal como ya lo expresé, de ninguna manera desearía que se interpretasen estas reflexiones como una forma de interferencia en los asuntos internos de ese enorme e influyente país llamado Brasil, también denominado Tierra de la Santa Cruz. Sin duda, para esta providencial nación deseo lo mejor, porque eso es lo que merece su pueblo mayoritariamente católico, inteligente, ingenioso, alegre y bondadoso; pero además, porque el desenlace electoral, que ocurrirá dentro de pocos días, podrá cambiar la historia de América y del mundo.

Armando Valladares, ex preso político cubano, fue embajador de Estados Unidos ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, durante las administraciones Reagan y Bush.