Nov. 1o., 2002: Diario Las Américas, Miami (FL). Oct. 30, 2002: Venezuela Analítica, Caracas (Foros). Oct. 30, 2002: editorial CubDest

Brasil: Lula sube pisando sobre huevos

La cautela del locuaz dictador comunista de Cuba, Fidel Castro, se debe a que éste percibe la precariedad de la victoria de Lula da Silva; y que un paso en falso puede hacer que los huevos se rompan, arruinándose el pastel político

 Para el Sr. Lula da Silva, triunfante candidato presidencial de las izquierdas brasileñas, la victoria del domingo 27 de octubre pp. contiene por lo menos dos incómodas paradojas políticas, que es necesario tener en cuenta para hacer una evaluación objetiva de lo ocurrido, y trazar hipótesis de lo que podrá acontecer.

Primera paradoja: Lula, obtuvo casi 53 millones de sufragios en un universo de 115 millones de electores (45,8 % tomando como base ese total), pero su Partido de los Trabajadores (PT) fue derrotado en las importantes elecciones para gobernadores. De un total de 27 estados, sólo ganó 3 gobernaciones, Acre, Piauí y Mato Grosso do Sul, de importancia casi irrelevante al lado de São Paulo, Rio de Janeiro, Minas Gerais, Brasilia, Pernambuco, Rio Grande del Sur, etc.

La derrota del PT en este último estado es particularmente significativa, pues estaba ocupando el gobierno estatal, y su administración era considerada una "vitrina" nacional e internacional de dicha agrupación política. Fue este un argumento decisivo para que el izquierdista Foro Social Mundial escogiese Porto Alegre, la capital, como sede de dicho evento mundial. Sin embargo, los habitantes de Rio Grande do Sul no fueron de la misma opinión, desalojando al PT del poder.

En la misma línea, el PT, si bien aumentó el número de representantes federales y estaduales, obtuvo 14 senadores, de un total de 81; 91 diputados, de 513; y 147 diputados estatales, de 1.059.

Segunda incómoda paradoja: Todo el mundo en Brasil, inclusive el PT, reconoce que los votos recibidos por Lula no fueron para el Lula real --amigo y admirador del dictador Fidel Castro; fundador con éste del subversivo Foro de São Paulo, del cual hacen parte las narco-guerrillas colombianas; y aliado de los "teólogos de la liberación" marxista-- sino que fueron para el neo-Lula, con su eslogan "Lulita paz y amor"; un producto de marketing publicitario y, tal vez, hasta de sugestión colectiva, como destacó el escritor cubano-americano Armando Valladares.

Por ello, nos atrevemos a afirmar que Lula ganó y subirá a la presidencia del gigantesco Brasil, literalmente pisando sobre huevos.

Los comentarios cautelosos del usualmente locuaz dictador comunista de Cuba, Fidel Castro, sin duda se deben a que éste percibe la precariedad de la victoria de Lula da Silva; y que el más mínimo paso en falso puede hacer que los huevos encima de los cuales va caminando su amigo, aliado y admirador Lula se rompan, arruinándose el complicado pastel político.

Si lo anterior es verdadero, queda claro que tiene una dosis no pequeña de artificialidad el aire eufórico de ciertos analistas internacionales, que pretenden hacernos creer que el triunfo de Lula significa una especie de "oleada roja" avanzando casi irreversiblemente sobre América Latina, con repercusiones en el mundo entero.

De cualquier manera, se aproximan tiempos difíciles, tal vez muy difíciles; y a eso no podemos negarlo. Sin embargo, no se justifica el desánimo. Los sectores centristas y conservadores, mayoritarios en nuestro continente, tienen en sus manos la responsabilidad de actuar doctrinal y publicitariamente -- invariablemente respetando las leyes de Dios y de los hombres-- para revertir la actual coyuntura.

Mucho más habría para comentar. Por el momento, mientras aguardamos el desarrollo de los hechos, no queríamos tardar en hacer este primer análisis.