Informativo Operario, TFP, No. 74, São Paulo, Brasil, 2002 (Editorial)

BRASIL

El neo-Lula: ¿podemos confiar en él?

La propaganda electoral del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) está presentando a su candidato presidencial Luis Ignacio Lula da Silva, través de imágenes cuidadosamente escogidas, como un hombre moderado, ponderado, dialogante, vestido de modo estudiado, muy diferente del Lula agresivo, radical y grosero que conocimos hasta hace poco. En una palabra, parece haberse transformado en un neo-Lula.

¿Será que podemos confiar en él?

Esa imagen que cambió, ¿corresponderá a un similar cambio en su contenido ideológico, hasta aquí marcado por un fuerte izquierdismo de cuño revolucionario y por su admiración al régimen comunista de Cuba?

De hecho, a juzgar por las confesiones de Lula el 2 de febrero pp., durante el 2o. Foro Social Mundial de Porto Alegre -ante las principales figuras nacionales del PT y de millares de militantes de su Partido- todo no pasa de una mudanza estratégica, meramente de imagen, fruto de un cálculo político para intentar llegar al poder.

En efecto, en Porto Alegre, Lula explicó que los "fracasos electorales" del PT y de las izquierdas en Brasil se deben al hecho de que éstas han presentado hasta hoy un perfil "muy radical", con lo cual asustaron al electorado. E hizo un llamado a los presentes a hacer otro juego, pasando a presentar un rostro más moderado, que no choque a los votantes(*).

Que no se alegue que estamos prejuzgando intenciones o actitudes, porque nos hemos basado en las propias declaraciones de Lula en Porto Alegre. Ellas dejan al descubierto un nuevo plano del Partido de los Trabajadores, fríamente trazado y calculado. Quien tenga ojos para ver, que vea. Quien tenga oídos para oír, que oiga.

El "Informativo Operario", de la TFP, no es una publicación partidaria. Pero, en cuanto inspirado en los principios cristianos, y teniendo entre sus principales objetivos la defensa de la tradición, la familia y la propiedad, tiene el derecho y hasta el deber de decir una palabra de alerta a sus amigos y simpatizantes, que desde todo el Brasil nos escriben solicitando nuestra opinión a este respecto.

Recordemos que hay un pecado casi tan grave cuanto el de querer engañar: el de querer ser engañado. Y en este caso, o que está en juego es nada más y nada menos que el futuro de nuestra querida Patria. Que Nuestra Señora Aparecida, Patrona de Brasil, inspire al Brasil brasileño, el Brasil cristiano, para que discierna y rechace al lobo con piel de oveja.

(*) Cfr. CubDest, "Teología de la liberación e izquierdas brasileñas en el Foro Social Mundial", Libertad Digital, Madrid, 19-2-2002.