Febr. 8, 2000: Diario Las Américas, Miami, ed. electrónica

Febr. 9, 2000: Expreso, Lima, Perú

Señalan parcialidad pro-castrista de Unión Europea

PARIS, Febr. 8 (CubDest) - "La Unión Europea incurre en una flagrante contradicción cuando en nombre de la democracia abre sus brazos a la dictadura comunista de Cuba, aprobando su ingreso al acuerdo de cooperación entre la UE y los países de Africa, Caribe y Pacífico (ACP), mientras alegando los mismos principios democráticos anuncia fuertes sanciones contra el nuevo gobierno austríaco. Son dos pesos y dos medidas que demuestran una enigmática parcialidad pro-castrista", afirmó Laurent Muller, presidente de la Association Europeenne Cuba Libre, una entidad con sede en Paris integrada por franceses y por exiliados cubanos.

El mencionado dirigente citó recientes declaraciones en ese sentido del secretario de Estado de Asuntos Exteriores español, Ramón de Miguel, según el cual ya "está tomada" la decisión de la Comisión Europea sobre el ingreso de Cuba comunista al referido acuerdo de cooperación y que con la "integración" del régimen de La Habana -que incluye considerables subsidios financieros- la UE tendría en sus manos "la gran palanca para introducir dentro de la sociedad cubana los campos hacia el pluralismo democrático".

A ese respecto, Muller comentó que "los hechos han demostrado exactamente lo contrario, o sea, la política de mano extendida y de ayuda financiera al dictador Castro sólo ha contribuido a fortalecer el régimen comunista sin obtener el más mínimo beneficio para el pueblo cubano". Y citó como ejemplo lo ocurrido con el llamado de S.S. Juan Pablo II hace exactamente dos años, durante su visita a la isla-cárcel, pidiendo que Cuba se abriera al mundo y que el mundo se abriera a Cuba: "A partir de ese momento, numerosos dirigentes occidentales comenzaron a peregrinar a La Habana y numerosos empresarios hicieron cuantiosas inversiones en la isla, pero Cuba permanece hoy más cerrada al mundo que nunca". Laurent Muller concluyó aseverando que "la política de las presiones públicas sobre el régimen de La Habana, y sobre quienes de una u otra forma continúan colaborando con él, es la única posición realista para contribuir a abreviar el via crucis del pueblo cubano, que ya dura largos 41 años", concluyó Laurent Muller.

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